El Comité de supervisión bancaria de Basilea flexibiliza los requerimientos de capital por riesgo debido a las medidas de apoyo que han proporcionado los gobiernos en muchos países a través de garantías a los préstamos bancarios y moratorias de pago. El Comité de Basilea, que preside el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, publicó anteayer viernes medidas adicionales para aliviar el impacto de la pandemia de COVID-19 en el sistema bancario global.

Estas medida apoyan que los bancos sigan dando préstamos a la economía real, a las empresas y hogares, y «proporcionen capacidad operacional adicional a los bancos y supervisores para responder a las prioridades de la estabilidad financiera inmediata», según el comité.

Asimismo estas medidas complementan las ya anunciadas la semana pasada por las que se pospone la implementación de la normativa de supervisión de Basilea III, prevista para enero de 2022, un año hasta 2023.

Normalmente, los supervisores exigen a los bancos mantener capital para cubrir posibles pérdidas por sus posiciones de riesgo.

El Comité de Basilea publico así el viernes unas clarificaciones técnicas para asegurar que los bancos reflejan al calcular el capital que deben mantener el efecto de reducción de riesgo que suponen esas medidas políticas.

También acordó que los bancos tengan en consideración las garantías estatales cuando calculen sus pérdidas por impago de créditos.

En el cálculo de la pérdida crediticia de las operaciones cubiertas con avales o garantías públicos, las entidades deberán estimar los flujos de efectivo considerando todas las características de la operación.

Entre los flujos de efectivo deben tenerse en cuenta los que se obtendrían de la ejecución de estos avales y garantías públicos.

De esta forma, el importe de la pérdida crediticia esperada se reduce por el impacto positivo del efectivo que se espera recuperar del avalista o garante.

Moratoria

Las moratorias legales no generan ningún cambio sobre la clasificación contable del préstamo por riesgo de crédito, pero tienen implicaciones de cara al cómputo del vencimiento de las obligaciones, que se realiza conforme al nuevo calendario de pagos.

Los importes suspendidos por las moratorias legales no se consideran exigibles y por tanto tampoco vencidos.

Posición alemana

Por otra parte, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, insistirá la próxima semana en recurrir al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para combatir el impacto económico del coronavirus y volverá a rechazar la posibilidad de emitir coronabonos, según la revista Der Spiegel.

Desde el punto de vista del Gobierno federal la discusión «debe centrarse en instrumentos a los que se pueda recurrir de forma rápida», dice un documento que prepara el Ministerio de Finanzas para la próxima reunión de los ministros del Eurogrupo al que tuvo acceso la revista.

Los coronabonos, según el documento, no están entre esas herramientas ya que sentar las bases jurídicas para su creación podría tardar dos años mientras que al MEDE se puede recurrir de forma casi inmediata Actualmente el MEDE tiene una capacidad de crédito de 410.000 millones de euros. Podría duplicarse si España e Italia piden ayuda a la vez.