Traer o llevar una mercancía a cualquier rincón del mundo. Lo que hace algunas décadas era algo inimaginable, se ha convertido en una rutina para las 352 empresas transitarias que operan diariamente en Valenciaport. Su trabajo, conectar cualquier punto del mundo con Valencia, a través de las mejores rutas para ello.

El área de influencia del Puerto de Valencia llega hasta el 60 % de la España que importa y exporta, por lo que el trabajo de los operadores logísticos del Valenciaport no se limita a gestionar las mercancías que se compran y venden en la Comunitat Valenciana, sino en la mayoría de provincias españolas. Así pues, tan solo el año pasado pasaron por el Puerto de Valencia 81 millones de toneladas de mercancía, en 5,4 millones de contenedores, procedentes de más de 200 países distintos.

El Puerto de Valencia tiene conexión con más de 1.000 puertos del mundo en los que gestiona mercancías casi a diario y es la primera terminal portuaria española para 84 países. Entre todos estos, destacan las relaciones con Estados Unidos, con cuyos puertos se intercambia anualmente más de 8 millones de toneladas de todo tipo de productos. Otros grandes socios comerciales son China (6,5 millones de toneladas), Italia (6,2 millones de toneladas) y Turquía (5,9 millones de toneladas).

Los operadores logísticos, o transitarios, operan como "agencias de viaje" para mercancías y se encargan de coordinar puerta con puerta todos los productos que llegan y salen de Valenciaport. Sirven de intermediarios logísticos para los clientes que desean mover un producto, dirigiendo y siguiendo la trazabilidad del "viaje" y todos los pasos del transporte, siempre eligiendo las mejores rutas.

La actual crisis de la Covid-19 les ha obligado a transformar su rutina de trabajo: "El teletrabajo supone el 90 % de nuestra dedicación. Todo excepto algunos documentos de aduanas y navieras que, debido a las prisas, no ha dado tiempo a digitalizar", comenta Agustín Iglesias, CEO de Vitransgroup. El descenso de la importación desde China empezó a notarse hace dos meses, pero ahora se sigue cargando y funcionando con normalidad: "La crisis se va a poder sentir a partir de ahora. La bajada de negocio puede venir en unos meses, cuando las consecuencias se noten en Estados Unidos, México y Sudamérica. En el Puerto de Valencia seguimos coordinando cargas las 24 horas, gracias al sector logístico que está #alpiedelcañón y demuestra, una vez más, que podemos dar soluciones para que el mundo pueda estar abastecido. El mundo está en cuarentena, pero nosotros tenemos que seguir moviéndolo", asegura Agustín.

Cada año, llegan más de 7.000 barcos a Valenciaport, desde múltiples puertos y de diversas compañías. Para Agustín, es "fundamental" hacer un puerto más grande, "que sirva como area de trabajo para barcos de última generación", y convierta el Puerto de Valencia en un distribuidor eco-eficiente para toda Europa.

En nombre del propietario

Otra de las figuras más representativas en cualquier puerto, también en Valenciaport, es la del consignatario. Se trata del agente que actúa en nombre y por cuenta del propietario de un buque, o la empresa naviera que lo haya alquilado, en un puerto.

El Puerto de Valencia cuenta, en la actualidad, con 92 agentes marítimos y empresas consignatarias que realizan las gestiones en tierra de un barco en nombre de la naviera que no tenga una oficina propia en Valencia. Con esto, se encarga de resolver posibles problemas logísticos de carga, descarga, avituallamiento, cambios de tripulación y gestiones administrativas. En definitiva, es la empresa que debe ocuparse de proveer al barco de todos los servicios que el capitán solicite y representa los intereses del transportista. Además, también puede ejercer labores comerciales, como vender el servicio del barco.

Un ejemplo emblemático de empesario consignatario en Valenciaport es Francisco Roca Monzó, quien acumula una experiencia profesional de más de 70 años en el puerto valenciano. Es toda institución en el Puerto de Valencia y fue la persona que gestionó la llegada y las atenciones del primer barco de crucero que atracó en Valencia.

Francisco Roca ha querido colaborar en la campaña de visibilización de los profesionales que trabajan #alpiedelcañón en esta crisis del Covid-19 y, con la ayuda de su mujer, ha grabado su propio vídeo en el que pone en valor al puerto, a sus casi 40.000 empleos que genera y a la profesionalidad necesaria para seguir siendo un gran motor económico que sea motivo de orgullo de los valencianos. "Nuestra sociedad civil - explica - ha perdido valores y no puede ser que se admire más a quien más tiene, que a quien más vale. Cuando eso sucede es como estar en un barco a la deriva. La pandemia actual es como una llamada al orden que va a suponer un antes y un después, pero tengo fe ciega en el pueblo valenciano, que sabrá salir antes que nadie de esta crisis".