Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Pepe Álvarez: "Esta puede ser una crisis fortísima, pero no doy por perdido el año"

El líder sindical, que todavía no descarta una recuperación con forma de uve, reclama unificar los ERTE por causas organizativas con los de fuerza mayor

Pepe Álvarez: "Esta puede ser una crisis fortísima, pero no doy por perdido el año"

P ¿Qué impacto prevé que vaya a tener la crisis?

R Las consecuencias económicas son devastadoras. Estamos ante una nueva dimensión de la globalización. Nadie puede abstraerse de la pandemia. Que las consecuencias económicas y de salud sean tan graves es por la falta de equipos, lo que es la causa de que 30.000 sanitarios se hayan contagiado.

P ¿A qué lo atribuye?

R No hay producción nacional. Los Tribunales de Competencia se han convertido en tribunales de incompetencia e inquisitoriales. Se ha eliminado la producción nacional por la prohibición de ayudas para poder competir con países con costes muy bajos y esto ha supuesto que el suministro dependa de países terceros que ahora atienden de forma prioritaria a sus nacionales, lo que ha convertido el abastecimiento en un mercado persa. Con un fajo de billetes puedes desviar un avión con cargamento dirigido a España y que llega a otras manos. Y ha habido engaños en algunos suministros a los gobiernos español, alemán, británico y otros. En España no hay ninguna fábrica de alcohol y ahora se ha tenido que reconvertir alguna destilería pero no basta para atender las necesidades.

P Las autonomías tienen las competencias sanitarias desde hace décadas. ¿Ha influido?

R Podemos preguntarnos si un sistema de salud tan descentralizado precisa alguna mayor coordinación, y si las comunidades autónomas, al igual que el Gobierno, han estado ágiles o no. Pero la falta de equipos y de producción nacional no han sido decisiones de un solo gobierno, sino del conjunto de la Unión Europea (UE) por las normas de competencias. Hasta hace tres meses la UE no hubiese permitido a un Gobierno subvencionar a una fábrica para poner tener un productor nacional de alcohol o de medicamentos genéricos. Dependemos de China e India. Y éste es un argumento para que la UE asuma las consecuencias y se implique en la solución. También vamos a pedir una auditoría independiente sobre la gestión en España del sistema nacional de salud y de las residencias de ancianos durante los últimos quince años.

P ¿Por qué?

R Hay una pelea muy poco edificante en la vida política con los muertos causados por la pandemia. Me parece dramático. No hay ningún partido significativo que no tenga responsabilidad en lo que está ocurriendo. Los que decían que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos ahora reclaman recursos públicos. La falta de medios sanitarios y la mortalidad en las residencias de personas mayores también es consecuencia de los recortes y de las privatizaciones que pusieron muchos de estos centros en manos de «fondos buitre» que tributan en Holanda. Vamos a pedir la auditoría para que todo el mundo se retrate en su responsabilidad y para sacar conclusiones.

P Emplaza a la UE. ¿Vio avances de la cumbre del jueves?

R La actuación de los gobiernos de Italia, España, Portugal y Francia está siendo de una eficacia muy considerable y esto está obligando a Alemania a una posición mucho más razonable. Vamos a acabar en más solidaridad, pero esto no debe limitarse al coronavirus, sino extenderse a la construcción europea. Los gobiernos de Holanda y de Suecia deben ser conscientes del beneficio que obtienen por estar en la UE, donde Holanda es un verdadero paraíso fiscal. La opinión pública holandesa es más solidaria que su gobierno. Los ciudadanos del sur también podemos hartarnos de comprar sus productos.

P ¿Prevé una recuperación rápida tras el desplome?

R Va a depender de si el coronavirus entra en vías de control a partir de junio, lo que nos permitiría que el año turístico no se pierda totalmente. Hemos planteado al Gobierno que se trabaje en una certificación que acredite las normas de seguridad en hotelería y hostelería para la seguridad de los empleados y de los clientes. Deberíamos lograr que en julio, agosto y septiembre se recupere el turismo nacional y algo del internacional. Algo es mejor que nada. Si esto fuese así, y sería razonable que ocurriera, iríamos a una crisis en «V»: fortísima, pero en V.

P ¿Ayudan a ello los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE)?

R Los ERTE dejan a la empresa en condiciones de desinvernar y volver rápido a la actividad. No hay razón objetiva para pensar otra cosa. La economía española estaba en buenas condiciones antes de la pandemia. Y si salimos antes que otros países nuestra industria puede beneficiarse para relanzar las exportaciones.

P ¿Hay dilema entre la normalización rápida y la seguridad de los trabajadores?

R No. El comité científico que asesora al Gobierno marca la pauta. Cuando el Gobierno dijo que había que confinar, ni lo dudamos. La economía nunca puede estar por encima de la salud. Pero si nos dicen que se puede ir abriendo, ahí vamos a estar aunque reclamando medidas de protección. Y si nos las hay, no reanudaremos la actividad.

P ¿Los ERTE de fuerza mayor deben extenderse más allá del estado de alarma?

R Lo que decimos es que los ERTE de fuerza mayor y los que se plantean por causas organizativas a consecuencia del coronavirus deberían unificar sus condiciones, dado que hay sectores que, aunque no se ordenó su cierre, no pueden producir porque no hay demanda. Planteamos que se mantengan los ERTE de forma flexible para una reincorporación paulatina, de modo que cuando acaba la pandemia ya se hayan recuperado el 60 por ciento de las empresas y de los empleos. Si el Gobierno no atiende esta demanda, lo pagará en desempleo. En los ERTE de fuerza mayor hay desgravación en las cuotas a la Seguridad Social y los otros, no. Hay que igualar las condiciones. Ahora no hay que ser cicatero en el gasto.

P ¿ El enorme déficit fiscal obligará a subir impuestos?

R Los impuestos tienen que ser justos y progresivos. Un país que no paga impuestos no tiene futuro. Este asunto formará parte del debate de la poscrisis. Va a ser difícil seguir ninguneando el gasto en sanidad, en investigación. En España habría que levantar un monumento en cada pueblo a los investigadores. Somos uno de los países que tiene más avanzada la vacuna contra el coronavirus cuando somos el que más recortó en investigación.

P ¿Apoya el ingreso mínimo vital?

R Es una cuestión de absoluta dignidad. Nunca una crisis en la historia de España se trató con tanta política social como ésta. Pero hay un colectivo de quizá un millón de personas que está confinado en sus casas, sin ningún ingreso y al que no damos soporte alguno. Urge y no se puede esperar a la renta básica, que es compleja, habrá que coordinarla con las comunidades autónomas y llevará más tiempo.

P ¿Está habiendo sintonía entre sindicatos y patronal?

R Hasta ahora, sí. Estoy muy orgulloso de haber llegado a un acuerdo con CEOE sobre los ERTE para mantener empleos y empresas. Este nivel de colaboración ha sido muy importante. Ahora deberíamos desarrollar una estrategia para impulsar la industria, la investigación, desarrollo e innovación y reducir la dependencia del turismo. Es fundamental que el PP se implique porque tienen que ser una política de Estado, transversal y que no se limite a una legislatura.

P ¿Apoya los «nuevos Pactos de la Moncloa»?

R El nombre no es afortunado. Hay mucha leyenda sobre la Transición. Los sindicatos no estuvimos en aquellos pactos. Entonces la prioridad era la democracia y la factura la pagamos los trabajadores. Pero un consenso en torno a los grandes problemas sí es necesario.

P En sus videoconferencias semanales con miembros del Gobierno ¿detecta fracturas internas en el ejecutivo?

R Para nada. Es un gobierno de coalición que sólo lleva cien días y ha tenido que hacer un curso acelerado para entenderse. Yo he tenido relaciones con gobiernos de un solo partido Y siempre hay diferencias internas de opinión. Aquí las hay (a veces son transversales, no responden a la dualidad de PSOE y Unidas Podemos) pero no veo fracturas. Que haya debates en el consejo de ministros es saludable.

P Si de esta crisis se saliese con más teletrabajo, ¿se dificultará la futura acción sindical?

R El actual teletrabajo se está haciendo de espaldas a los trabajadores, que están asumiendo todos los costes: ponen los medios (wifi, ordenador, etc.) y una dedicación a 8 horas a 24 horas. Esto hay que reequilibrarlo y vamos a pedir que se regule.

Compartir el artículo

stats