La crisis mundial derivada de la pandemia de la Covid-19 está teniendo graves repercusiones en todos los sectores de la sociedad, más allá del sistema sanitario. Desde el pasado mes de marzo, en la Comunitat Valenciana se destruyen más de 1.700 puestos de trabajo diarios, unas cifras que superan a las de la crisis financiera de 2008, en la que los meses de marzo y abril eran buenos en término de creación de empleo y de reducción del paro.

Las acciones solidarias a título individual (discretas o públicas) de personas, empresas y de asociaciones han sido y son una constante durante esta crisis sanitaria. En ocasiones son hoteles que ofrecen habitaciones y comidas, firmas automovilísticas que habilitan coches para servicios de Cruz Roja, donaciones de alimentos, de smartphnes para los enfermos hospitalizados, apartamentos turísticos para personal sanitario desplazado, navieras que entregan cheques a asociaciones que atienden a personas necesitadas, decisiones empresariales de agilización de pagos, etc.

Detrás de estas acciones están las cifras de los efectos económicos de la crisis sanitaria: en el mes de abril, la tasa de paro se incrementó en un 9,49 % respecto a marzo. En este punto, Valencia ha sido la provincia más afectada en la Comunitat, con un incremento de 18.830 personas paradas (sobre un total de 38.115 en toda la Comunitat), y la tercera con peores registros de toda España, sólo por detrás de Madrid y Barcelona.

Las consecuencias de la pandemia han golpeado muy fuerte a la sociedad valenciana y, sobre todo, a aquellas familias que ya estaban en una situación de riesgo de exclusión social antes de que estallase la crisis del coronavirus. “Este tipo de crisis ataca especialmente a los puntos más débiles de la sociedad”, confiesa Paco Prado, presidente de Aportem - Puerto Solidario Valencia, una asociación volcada en fomentar la Responsabilidad Social Corporativa en el entorno portuario valenciano.

Esta asociación (que combina en su nombre la palabra PORT y el concepto “aportar”) actúa como “radar/detector” de necesidades y “gestor” de actuaciones y atenciones de los barrios marítimos de Valencia. Su objetivo es apoyar a los colectivos, niños sobre todo, con menos recursos de los barrios que forman parte del entorno del puerto, proporcionándoles, siempre a través de los colegios e instituciones con las que colabora, desayunos, meriendas, material educativo, deportivo, de higiene, ropa o calzado. “Los niños son una parte muy importante, pero también trabajamos con inmigrantes y mujeres”, afirma Paco Prado.

13.205 euros en alimentos

La expansión del coronavirus y la situación de confinamiento que se vive desde hace dos meses en toda la Comunitat han obligado a que, desde Aportem, cambien su modo de actuar: “Con los colegios cerrados, hemos tenido que reinventarnos”, destaca Paco Prado. Desde el inicio del estado de alarma, Aportem ha invertido muchas horas de gestión altruista, y un total de 13.205 euros, que habrán de ampliarse en breve, para entregar alimentos básicos a 300 familias del Distrito Marítimo. Además de alimentos, se han distribuido también mascarillas o libretas donadas por sus asociados. “Vamos a seguir, esto todavía no ha terminado. Ahora se intensificará la pelea con el problema económico”, señala el presidente de Aportem.

Esta asociación, cuyos integrantes pertenecen a la comunidad portuaria valenciana, centra mucho de su trabajo en fomentar la formación de los niños y las niñas de estos barrios: “Creemos que su futuro pasa por la formación. Ahora estamos en una fase de recopilación de datos para apuntalar la enseñanza a distancia”, explica su presidente. “Ha quedado especialmente claro que esa formación online va a tener cada vez más protagonismo. Tenemos de ver la forma de que ningún niño se quede descolgado por falta de medios”.

Compromiso social con el Distrito Marítimo

Aportem es una asociación de responsabilidad social corporativa creada por la Fundación Valenciaport hace seis años. Surge por la necesidad de dar respuesta a la voluntad de la comunidad portuaria valenciana de comprometerse con su entorno más próximo: el Distrito Marítimo.

A través de una alianza entre empresas, profesionales, asociaciones e instituciones vinculadas a la actividad marítima, la comunidad portuaria valenciana contribuye a compatibilizar el desarrollo económico, el progreso social y la protección medioambiental. Para ello, trabaja para apoyar, especialmente, a los barrios vecinos del puerto, como Nazaret, Cabanyal, Canyamelar, Malvarrosa, Grao o Beteró.

Se trata de una asociación con un amplio abanico de actuación. En el que destaca también su intensa lucha por el medio ambiente, como ha quedado de manifiesto en la reciente y exitosa campaña “No plastic”. Su actividad se sustenta en las cuotas y, sobre todo, el trabajo totalmente altruista que aportan sus socios, empresas, asociaciones y particulares, vinculados con la comunidad portuaria valenciana.

Entre sus socios figuran: Amarradores del Puerto de Valencia, Ateia-Oltra Valencia, Asociación Naviera Valenciana, Autoridad Portuaria de Valencia, Boluda Corporación Marítima, Caixa Popular, Cemesa Amarres Barcelona, Centro Portuario de Empleo de Valencia E.T.T., S.A., Colegio Oficial de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros, Control Integral del Riesgo, CSP Iberian Valencia Terminal S.A.U., Docks Logistics Spain, S.A., ELTC, Fundación Balearia, Fundación Valenciaport, Grupo Diario - Diario del Puerto, Infoport Valencia, Intermodal Global Logistics, Logística Chema Ballester, MA Abogados, Propeller Club Valencia, Servicios Globales Alonso, Tiba, Vimar, VPI.