El sector empresarial y las autoridades turísticas valencianas no solo están obsesionadas con retomar la actividad cuanto antes. La gran preocupación, tal vez la mayor, es que cuando se vuelva a caminar no se den traspiés, sin nuevos contagios que manchen la imagen del destino Comunitat Valenciana como un territorio inseguro. Tal vez por eso, la agencia autonómica envió ayer un mensaje claro a alcaldes y técnicos municipales: cuidado con las grandes aglomeraciones en la playa. No solo hoy, sino en las próximas festividades veraniegas.

Las imágenes que se ven estos días en algunas zonas costeras valencianas, o las que llegan de la Barceloneta asimilando una zona en fase 0 a una ciudad costera en pleno agosto, provocan sudores fríos.

«Falta un mes para San Juan. O tomamos medidas para que ese fin de semana se controle claramente el acceso a la playa o habrá una aglomeración de gente que no va a permitir guardar el distanciamiento social», trasladó ayer durante un seminario digital dirigido a los municipios Amadeo Cardona, el técnico responsable de la sección de playas de Turisme Comunitat Valenciana, dependiente de la Generalitat.

«Sería una lástima que con todo el esfuerzo hecho, con el trabajo de reparar las playas tras los temporales, por culpa de una noche tuviéramos que volver atrás y perdiéramos el verano y posiblemente más tiempo», aleccionó. La idea es controlar la afluencia para evitar directamente una orgía de contagios, teniendo en cuenta que la autonomía tiene cientos de kilómetros de playa y, más allá de las principales ciudades, existen zonas de difícil vigilancia.

Lo cierto es que, pese a los trabajos que llevan tiempo realizándose desde ámbitos competenciales autonómicos y locales, la Administración está ahora mismo bloqueada a la espera de que el Instituto de Calidad Turística (ICTE) del Gobierno envíe el protocolo del uso de playas definitivo a partir del cual tendrán que adaptarse los usos en cada territorio, atendiendo a sus singularidades.

De hecho, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, exhibió ayer su exasperación por el retraso en la presentación de ese documento, ya que hay planes de divulgación a las autoridades locales y campañas de comunicación pendientes de emitir para transmitir a la ciudadanía las instrucciones en puertas del verano.

Ayer se aprobó el texto en Madrid, pero el Ministerio de Industria y Turismo y el de Sanidad deben darle aún el visto bueno. «Cuanto antes esté este documento aprobado, que está elaborado para toda España, antes podremos distribuir la guía que hemos preparado con recomendaciones adaptadas a la singularidad de la Comunitat Valenciana, para ofrecer la mayor garantía de seguridad», recalcó Colomer.

De momento, la Administración autonómica va adelantando trabajo, con la planificación de medidas como la elaboración por parte de los ayuntamientos de un plan de contingencia para una playa segura centrado en el distanciamiento social, la limpieza e higienización, y la comunicación e información, para lo que se tendrán en cuenta las caracterizas físicas de cada playa, especialmente su tamaño, accesos y zonificación.

En este sentido, el técnico responsable de playas de Turisme Comunitat Valenciana, Amadeo Cardona, pidió también a los ayuntamientos que vayan avanzando cuestiones como las características de ocupación detectadas hasta el momento, elaboración de perfiles de usuarios y necesidades específicas, así como sobre los cambios que puedan experimentarse por la actividad del sector existente alrededor.

Cardona también incidió en que «la planificación del personal será también imprescindible, siendo claros en los turnos, tareas y procesos de trabajo para garantizar la seguridad y las medidas de higiene aplicadas».

Cribado de la arena a diario

Asimismo, se apuntó a la importancia del cribado de la arena, algo que los ayuntamientos pueden iniciar ya y que deberán mantener diariamente durante este verano. Además, las medidas que prepara Turisme Comunitat Valenciana recomendará a los ayuntamientos definir la capacidad de cada playa teniendo en cuenta variables asociadas a la asistencia de grupos o unidades familiares y la necesidad de garantizar los accesos y la movilidad de las personas.

También recomendará habilitar un doble carril para el control de accesos a las playas y fomentar, siempre que sea posible, el uso de tecnologías disponibles en el mercado para reforzar el control del aforo y de los accesos.