La aerolínea argentina Flyest, propiedad de los socios de la valenciana Air Nostrum, prepara su salida del mercado argentino, en la que llevaban años intentando hacerse un hueco en pleno proceso de liberalización. La compañía tiene un avión y una plantilla de 39 trabajadores. Básicamente, estaba centrada en la operación de vuelos chárter para clubs de fútbol, y también alguna ruta regular como la que une Santa Fe y Buenos Aires.

El pasado martes, la firma de la que propietario de forma mayoritaria Inversiones Líneas Aéreas Internacionales (ILAI), es decir, Carlos Bertomeu y sus socios, presentó solicitud de apertura de concurso preventivo "como consecuencia de la dramática situación que la expansión del COVID-19 ha generado en la aviación comercial mundial y, de forma muy especial, en el sector aéreo argentino". Los propietarios también están explorando el mercado en busca de inversores.

Las compañías aéreas de este país han sufrido un fuerte desplome de las ventas debido a la imposibilidad de operar vuelos regulares tanto domésticos como internacionales a causa de la prohibición de venta de billetes hasta el próximo 1 de septiembre.

Según señalan fuentes de la empresa, Flyest ha recurrido a esta herramienta jurídica del concurso preventivo para reorganizar la situación financiera de la compañía y buscar soluciones que permitan su supervivencia. La mayor crisis de la historia de la aviación mundial generada por la pandemia, ha obligado a la dirección de FLYEST a adoptar esta decisión que está en la misma línea de las que se están viendo abocadas a tomar muchas otras compañías. Avianca y Latam - dos de las mayores aerolíneas latinoamericanas - también han presentado una solicitud para reorganizarse bajo la figura del Capítulo 11 (el equivalente al concurso preventivo de Argentina) en Estados Unidos.

Aerolíneas europeas y norteamericanas están obteniendo financiación por parte de sus respectivos Gobiernos, una herramienta a la que no han tenido acceso las compañías aéreas del Cono Sur. Este hecho ha contribuido a agravar la situación. Además, las perspectivas del país son inciertas por el impacto del coronavirus en las economías de la zona y la volatilidad de su moneda.

Pese a este complicado contexto, la dirección de la empresa continúa manteniendo reuniones con posibles inversores interesados y trabaja en otras posibles soluciones que permitan la supervivencia de Flyest, toda vez que "los accionistas de ILAI se encuentran centrados en resolver los problemas generados por esta crisis en el mercado español".

En referencia a otras inversiones en Latinoamérica, la aerolínea paraguaya Paranair está acometiendo una reestructuración de la compañía para hacer frente al impacto del COVID-19 en su operación. Este objetivo, sumado a la adopción de medidas muy contundentes de preservación de la tesorería y al hecho de que la empresa cuenta con recursos propios, le permitirán sobrevivir durante los próximos meses.

En cuando a la creación de una aerolínea en Brasil, como adelantó Levante-EMV, proyecto que se encuentra en una fase muy preliminar, se mantiene el interés por parte de ILAI, pero los siguientes pasos a dar quedan en suspenso hasta disponer de una idea más clara del impacto de la pandemia en ese país. Si el mercado sigue ofreciendo oportunidades, se retomarán los planes en la medida en que los inversores se lo puedan permitir.