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Expansión

Brasil asalta el negocio de zumos de cítricos con el pacto Mercosur de fondo

La multinacional Citrosuco apuesta por el Puerto de Huelva, próximo a la planta de J. García Carrión

El 'Citrus Vita Brasil' tiene 15 tanques y 27.000 metros cúbicos de capacidad total. levante-EMV

El sector citrícola brasileño, en vísperas del acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur para hacer desaparecer los derechos aduaneros al zumo 100% exprimido, también hace negocio. Con la llegada del verano los países competidores en cítricos de España comienzan a hacer su agosto. A finales del pasado mes de mayo atracó en el Puerto de Huelva el Citrus Vita Brasil repleto de concentrados de cítricos de la multinacional sudamericana Citrosuco. Según fuentes portuarias el buque descargó el jugo que portaba en sus bodegas en camiones cisternas: hasta 10.000 toneladas de zumo de naranja NFC (Not-From Concentrate). Dado su carácter perecedero y su dificultad para ser transportado sin deteriorarse, su destino más probable sería la planta que J. García Carrión (JGC) explota en Villanueva de los Castillejos, en pleno corazón del Andévalo (Huelva).

Este tipo de jugo de naranja es también conocido como zumo directo (no concentrado) o 100 % exprimido, que es el de mayor calidad sensorial y organoléptica y es el tipo de procesado en el que se ha especializado la industria zumera española frente la oferta mucho más barata brasileña de zumo concentrado. El zumo directo es un jugo de mayor valor añadido que el concentrado (FC), que se limita a exprimir las naranjas para extraer su zumo, someterlo a una breve pasteurización y envasarlo (para servirlo en frío).

En el caso del FC -el que produce masivamente Brasil- una vez obtenido el jugo, se quita por evaporación en la propia planta de procesado hasta el 85 % de agua de la fruta, quedando un concentrado reducido al 15 % para su transporte, congelado o no, a otros países. Cuando llega a su destino en la planta de envasado europea se le añade el agua, los aromas y la pulpa perdida durante el proceso.

El buque citado es propiedad del gigante brasileño del zumo, Citrosuco, uno de los tres mayores productores de zumo del mundo junto con Cutrale y Louis Dreyfus Company, también brasileños- con más de 5.000 trabajadores (unos 12.000 empleados durante la campaña), cuatro plantas zumeras (tres en Brasil y una en Estados Unidos) y un volumen de negocio superior a los 1.300 millones de dólares.

La compañía posee otros cinco buques de parecidas características, incluso de mayor capacidad, para transportar sus zumos a la UE (Bélgica), EE UU, Japón o Australia, donde explota sus propias terminales portuarias (hasta cinco). No se conocen muchos antecedentes -quizá ninguno- de que este tipo de buques atraquen en España para abastecer a las zumeras españolas, que hasta el momento han producido su zumo directo con naranjas andaluzas, murcianas o valencianas. El sector está controlado por las empresas J. García Carrión (a la sazón proveedora de Mercadona), AMC Group (de Murcia y líder en España en el sector citrícola), Zumos Palma (Córdoba), Agriconsa y Zuvamesa.

Sorprende la importación

En medios citrícolas ha sorprendido la decisión del importador, más que probablemente JGC, que no ha atendido las llamadas de este diario, porque podría ser la antesala de lo que podría ocurrir una vez comience a aplicarse el tratado suscrito el año pasado entre la Comisión Europea y Mercosur (Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay). En virtud de este acuerdo -que ahora se encuentra en pleno proceso de ratificación por los Estados miembros- el zumo NFC, pese a ser la base del negocio de la industria española y andaluza, será el producto que mayor rebaja en el arancel sufrirá al liberalizarse los intercambios con Brasil. Las mismas fuentes atribuyen la operación ligada al Citrus Vita Brasil al importante encarecimiento que tuvieron los precios en origen de la naranja desde la segunda quincena de marzo a consecuencia del fuerte incremento de la demanda relacionado con la covid-19.

A tal hecho -que impediría la adquisición del fruto en condiciones competitivas para su transformación- y al repunte también experimentado en la demanda de zumo de naranja, que podría haber agotado las reservas de jugos de la industria española. García Carrión informó, de hecho, el 27 de abril que la demanda de su zumo Hacendado de Mercadona -del que es proveedor 'Totaler'- se había visto fuertemente incrementada a consecuencia directa de la paralización temporal del servicio de zumo de naranja recién exprimido (a causa también del coronavirus y para evitar posibles contaminaciones, se han retirado estas máquinas de ese supermercado y de casi todos), y por los beneficios saludables que se le atribuyen a esta bebida.

La campaña de recolección de naranjas en España, de hecho, ya ha acabado y lo ha hecho con algo más de un mes de antelación sobre el año pasado, por lo que es probable que la empresa necesitase de ese zumo foráneo para mantener el suministro hasta que la nueva temporada española se retomase entre octubre y noviembre con las primeras naranjas Navelinas.

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