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Un millón de segundas residencias espera a sus dueños tras el fin del estado de alarma

La C. Valenciana es la región española con más viviendas vacacionales por el tirón de la costa - El año pasado, 5.558 madrileños, 1.075 catalanes y 944 castellano-manchegos se compraron una casa en Valencia, Alicante o Castelló

Un millón de segundas residencias espera a sus dueños tras el fin del estado de alarma

Más de un millón de segundas residencias de la Comunitat Valenciana esperan a sus propietarios tras el fin del estado de alarma y el levantamiento de las restricciones a la movilidad. Una buena parte de estas viviendas son de madrileños, vascos, catalanes y ciudadanos europeos que veranean en la Comunitat Valenciana. El domingo empezaron a llegar al aeropuerto de Manises los primeros holandeses con propiedades en la Marina Alta y por carretera, madrileños con viviendas en la Costa Blanca, Gandia y Cullera. El año pasado, 5.558 madrileños, 1.075 catalanes y 944 castellano manchegos se compraron una vivienda en la Comunitat Valenciana. Los datos de compra de los últimos cinco años ofrecen una proporción similar, según se puede comprobar en la estadística del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

El 25 % del parque de viviendas de las tres provincias valencianas son segundas residencias y los principales mercados son la Marina y las playas de la Vega Baja. La Comunitat Valenciana es la región española con más viviendas catalogadas como no principales con un 1.142.000, seguida de cerca por Andalucía (1.108.000), Cataluña (730.000) y Castilla y León (700.000). El año pasado, se vendieron en Valencia, Alicante y Castelló 83.013 inmuebles de los que 10.770 fueron adquiridos por ciudadanos de fuera de la Comunitat.

Los madrileños compraron en 2019 fuera de su región 30.000 viviendas y su provincia española favorita es Alicante, donde cerraron la adquisición de 2.400 viviendas. Las transacciones de los madrileños en la Costa Blanca se centran en la Vega Baja (los compradores con menor poder adquisitivo) y la Marina Alta. El segundo destino preferido de los madrileños para comprar una vivienda tras la Comunitat Valenciana es Andalucía donde adquirieron el año pasado 6.678 inmuebles y el tercero, Castilla La Mancha con 4.993.

En la provincia de Valencia, 2.000 personas provenientes de la capital de España adquirieron una vivienda el año pasado y hubo casi 400 compradores de Barcelona. Castelló es otra provincia en la que el peso foráneo es importante, el 31 % de los contratos de compraventa firmados en 2019.

Los extranjeros, que ya pueden entrar desde el domingo en la Comunitat Valenciana, son otra parte esencial de los compradores de segundas residencias. Un informe del Banco de España advierte de que el 38 % de las compras en la Costa Blanca (sobre todo en la Marina Alta y Baixa) es de extranjeros no residentes que buscan una casa de vacaciones en España. El coste de este tipo de activos (villas con piscina en municipios como Xàbia o Moraira) es un 46 % superior a las realizadas por compradores nacionales.

Motor inmobiliario

La Costa Blanca es el motor inmobiliario de la Comunitat Valenciana por las segundas residencias y fue la zona donde se reactivó antes el sector tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. La mitad de los inmuebles que se han vendido en los últimos cuatro años en Alicante los han comprado extranjeros (un 38 % no residentes y un 15 % residentes).

La provincia de Alicante tiene dos mercados bien diferenciados. El norte está enfocado al mercado de lujo de extranjeros no residentes y el sur (Orihuela Costa y Torrevieja) es el destino elegidos por británicos con menor poder adquisitivo que capitalizan su pensión para comprarse un adosado.

La presión de la demanda extranjera de lujo de viviendas vacacionales ha provocado que los inmuebles más caros de la Comunitat Valenciana estén en la Marina Alta y Baixa. La localidad más cara es Xàbia con un precio medio de 2.062 euros el metro cuadrado, seguida de Benissa (2.024 euros), Altea (1.970 euros), Benidorm (1.935 euros) y Dénia (1.785 euros). Los compradores son fundamentalmente de Reino Unido (donde la pandemia está teniendo mucho más impacto que en la Comunitat Valenciana), Bélgica y Alemania.

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