La Bolsa española bajó ayer el 3,27 % y perdió el nivel de los 7.200 puntos condicionada por el retroceso de Wall Street, las disputas arancelarias, el repunte de los casos de coronavirus y las malas previsiones económicas mundiales. El indicador más relevante del parqué nacional, el Ibex 35, perdió 242,9 puntos, ese 3,27 %, la mayor caída desde el pasado 11 de junio, cuando cedió algo más del 5 %, y se situó en 7.195,5 puntos, cota desconocida desde finales de mayo. La caída acumulada en este ejercicio se eleva al 24,65 %. En el resto de Europa, Fráncfort cedió el 3,43 %; Milán, el 3,42 %; Londres, el 3,11 %; y París, el 2,92 %. Después de la subida del 1,3 % de la víspera, la jornada comenzó con pérdidas mínimas que se iban incrementando en los primeros compases de la sesión. Los recientes casos de contagios por coronavirus en Tokio y la indecisión de las plazas europeas y de la cotización del petróleo inducían las caídas iniciales. La caída de los bancos nacionales y del parqué neoyorquino, condicionada por la evolución del crudo y el aumento de los contagios en algunos territorios de Estados Unidos, determinó las perdidas del Ibex.