La crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus va a fulminar las alzas de los últimos años en el precio de la vivienda en la provincia de Valencia y en la capital del Túria. Un informe de la tasadora Euroval indica que el coste de los pisos va a caer un 11 % entre 2020 y 2023 frente a las previsiones antes de la pandemia que apuntaban a un incremento del 2 %. El parón del mercado inmobiliario y la incertidumbre generada por la crisis económica va a provocar que Valencia pierda en los próximos tres años toda la revalorización ganada desde 2015. El incremento de precios en estos últimos cinco años ha provocado que algunos distritos de València hayan recuperado los valores de la época de la burbuja (l'Eixample y Ciutat Vella).
El derrumbe del precio es la principal conclusión que se desprende de una proyección para el trienio 2020-2023 realizada por la tasadora Euroval y su Instituto de Análisis Inmobiliario ( Instai) a partir de un modelo predictivo de cuatro variables clave en la formación del valor de una vivienda: el tipo medio bancario, el stock residencial existente, la tasa de empleo y la propia evolución de los precios residenciales.
Aunque constante en el período analizado, se tratará una caída bastante irregular, muy acusada en este año, más moderada en 2021 y apenas perceptible en 2022. De esta manera, y tomando como referencia el precio medio de la vivienda correspondiente al último trimestre de 2019, que en Valencia (capital más provincia) fue de 1.197 euros el metro cuadrado, Euroval y el Instai prevén que este precio retroceda un 8 %, hasta los 1.108 euros el metro cuadrado al acabar 2020; un 3,3% (1.075 euros el metro cuadrado) en 2021, y un 0,3% (1.072 euros el metro cuadrado) en 2022.
La tasadora advierte de que «a fecha de hoy y con la información disponible no resulta posible concretar cómo afectará el nuevo contexto provocado por la pandemia de la covid-19 ni a cada uno de los diferentes mercados territoriales de Valencia (capital, costa e interior) ni a las diferentes tipologías (vivienda principal sobre turística y nueva sobre usada)». En opinión de Alejandro Belchí, analista principal del Instai, «cabe suponer que el efecto negativo sea menor en la vivienda nueva, puesto que seguirá desarrollándose conforme a la previsión que tenía antes del parón de la actividad económica. Como además se trata de operaciones que en su mayoría ya estaban precontratadas es difícil que registren variaciones significativas, al menos en el corto plazo».
La situación será muy distinta en el caso de la vivienda usada, que además supone en torno al 80 % del volumen total de compraventas en Valencia. «La caída de sus compraventas ya es un hecho, con independencia de que este dato no pueda extrapolarse ya sea a la totalidad del conjunto territorial de Valencia o a los tres años de nuestra proyección. No obstante, cabe suponer que el sesgo negativo en los precios será menos intenso en aquellas zonas donde la demanda internacional sea significativa y más acusado dependiendo del tamaño de la población», según Belchí.
La evolución del precio proyectada por Euroval y el Instai está en línea con la calculada para este mismo período en la Comunitat Valenciana, si bien difiere notablemente de la nacional. En el caso de la Comunitat Valencia, Euroval y el Instai prevén una caída media en el trienio 2020-2022 del 11% (siempre tomando como referencia al precio del metro cuadrado en el último trimestre de 2019); esto es, 0,6 puntos porcentuales menos que la proyección para Valencia. Por el contrario, el precio medio del metro cuadrado a nivel nacional solo caerá un 5 %, menos de la mitad que lo proyectado para Valencia. El desplome es más acusado en Valencia que en el resto del país por la dependencia de la Comunitat Valenciana del turismo (con muchas personas trabajando en la hostelería y en el comercio) y de los compradores extranjeros.
Previsión sin pandemia
Según Euroval, tras dos años de subidas anuales en el precio de la vivienda de entorno al 5 % (registradas en 2018 y 2019), sin la pandemia el coste de las casas habría acusado una cierta ralentización en el periodo entre 2020 y 2023, aunque manteniendo la tendencia al alza. En concreto, la tasadora (que hizo un análisis antes de la declaración del estado de alarma) estima que el precio de la vivienda hubiera subido un 0,7 % este año, un 0,7 % en 2021 y un 0,6 % en 2022.
La mitad de los pisos de València cuestan más de 150.000 euros. En el conjunto de la Comunitat Valenciana, el 42 % de las viviendas está por encima de los 125.000 euros y Alicante es la provincia más cara (por el valor de las viviendas en la costa) y Castelló la más barata (por la bolsa de inmuebles procedentes de la burbuja inmobiliaria que todavía quedan por vender). Estos valores son los que van a caer en los próximos meses.
