La actividad económica va recuperando el pulso poco a poco pero todavía es pronto para aventurar cómo de profunda será la herida que va a quedar en el mercado laboral valenciano. Un total de 206.709 trabajadores de la Comunitat Valenciana han quedado ya desafectados por alguno de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) presentados a raíz del estado de alarma por la pandemia de coronavirus, según datos de la Seguridad Social notificados por la Conselleria de Economía. A fecha del 29 de junio, la cifra se reparte entre 104.165 trabajadores de la provincia de Valencia, frente a los 79.927 de la de Alicante y los 22.617 de la de Castelló.

¿En qué se traduce esto? Según la conselleria, suponen un 49,2% del total de afectados por ERTE en la Comunitat. Por provincias, en València se ha rescatado ya al 50,5 %, en Castelló al 49,1 % y en Alicante al 50,4 % del total. El resto de afectados, mas de la mitad del total, continúa en el paro.

Son datos de hace apenas un par de días, es decir, ya finalizado el estado de alarma que el Gobierno decidió retirar de forma anticipada el día 21. Los ERTE diseñados por el Gobierno tenían como fecha límite el 30 de junio. Con todo, se ha decidido mantener condiciones favorables a la empresas que extiendan sus expedientes de regulación temporal de empleo hasta el 30 de septiembre.

Al margen de estos puestos de trabajo reincorporados, la Generalitat sigue engrosando el listado de empresas que se han tenido que acoger a esta figura para salvar su situación. La Comunitat Valenciana despide junio con un total de 65.787 solicitudes de ERTE desde el inicio de la crisis del coronavirus, unos expediente temporales que afectan a 419.584 trabajadores. Según los últimos datos de la Conselleria de Economía Sostenible, del 12 de marzo al 28 de junio se han resuelto un total de 62.842 ERTE con 391.087 empleados implicados. Por provincias, la dirección territorial de València ha recibido 31.200 solicitudes y ha resuelto 29.460 de ellos, la de Alicante 25.876 y 24.882 y la de Castelló 7.872 y 7.737, respectivamente.

La cuestión ahora estriba en ver cómo resisten las empresas que han tenido que reducir su actividad. Se da por seguro que muchas, ni siquiera acogiéndose a los ERTE en los que el Estado asume el grueso de las nóminas, van a poder evitar despidos, pasando del ERTE al ERE.

Los gestores administrativos preven que 52.000 empresas transformarán los ERTE por fuerza mayor en ERE antes de finalizar el año si no se adoptan nuevas medidas, lo que supondrá la pérdida de otros 300.000 puestos de trabajo.

«Es necesario tomar medidas urgentes que permitan a las empresas retrasar previsibles cierres», señala el presidente del colectivo. Según la encuesta que ha realizado el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos entre sus colegiados, el 46% de las empresas en ERTE por fuerza mayor van a agotar el plazo que les otorgue el Gobierno para mantenerlo, viéndose afectado el 33% de los trabajadores incluidos en dichos ERTE.