El impacto socioeconómico de la actividad de Iberdrola en la Comunitat Valenciana se ha elevado a cerca de 840 millones de euros durante el pasado ejercicio, reforzando así su papel como uno de los principales motores de esta región, en la que ha realizado pagos por valor de 189 millones de euros a más de 480 empresas valencianas y ha invertido 209 millones de euros durante dicho periodo.

La actividad económica en la región de la compañía ha tenido un impacto fiscal de 328 millones de euros, mientras que los salarios y otras retribuciones han alcanzado los 113 millones de euros entre una plantilla de más de 1.600 profesionales.

Iberdrola cuenta entre sus principales empresas colaboradores a compañías de la región como Obremo, Iberapa, GD Energy Services, Power Electronics, Jainser y Blue Gold Desalación.

Digitalización de la red y smart city

La transformación digital es una parte esencial de la contribución de Iberdrola, materializada en la digitalización de su red de distribución, con más de 3,4 millones de contadores digitales instalados en la Comunitat Valenciana, y la infraestructura que los soporta, a la que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización.

La compañía prevé realizar a través de i-DE, su empresa distribuidora, inversiones por valor de 150 millones de euros en los próximos diez años en la región para continuar con la modernización continua de la red eléctrica con el objetivo de contribuir a que los municipios valencianos evolucionen en su transición hacia una ciudad inteligente o smart city.

El trabajo de i-DE, en colaboración con las administraciones locales y autonómicas, va a favorecer además la integración de las energías renovables y el despliegue de la movilidad eléctrica, con lo que se contribuye a la descarbonización de la economía y a la transición energética.

La estrategia de digitalización se completa más recientemente con un ambicioso plan de movilidad sostenible, que prevé el despliegue de más de 150.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos en toda España -multiplica por seis su plan inicial-, tanto en hogares, como en empresas, así como en vía urbana, en ciudades y en las principales carreteras y autovías, que conllevará una inversión de 150 millones de euros en los próximos cinco años.

Compromiso social y cultural

Iberdrola es una compañía con fuertes raíces en la Comunitat Valenciana, donde cuenta con un parque de generación de más de 4.800 megavatios de potencia instalada y del que destaca el complejo hidroeléctrico de Cortes-La Muela, un importante centro de producción renovable que supone la mejor alternativa para el almacenamiento de energía a gran escala.

Además de su participación activa en el ámbito empresarial, Iberdrola desarrolla numerosas colaboraciones con universidades y organizaciones empresariales, apoyando a estudiantes e investigadores de la Comunitat.

En el ámbito social, la compañía -a través de la Fundación Iberdrola España- ha colaborado un año más con organizaciones sociales que cuentan con proyectos en la Comunitat. Asimismo, participa activamente en importantes iniciativas socioculturales, como el patrocinio del galardón Protección del Medio Ambiente de los Premios Rey Jaime I.

Inversiones para mantener la actividad y el empleo

En este contexto de crisis sanitaria, Iberdrola se ha comprometido a mantener o acelerar sus inversiones para seguir promoviendo la actividad económica y el empleo.

La compañía desarrolla el plan de inversión en renovables más ambicioso en España, que prevé la instalación de 3.000 MW eólicos y fotovoltaicos a 2022 y hasta 10.000 MW a 2030.

En España, Iberdrola es el primer productor de energía eólica, con una potencia instalada de más de 6.000 megavatios (MW), mientras que su capacidad renovable total instalada supera los 16.500 MW; un volumen que en el mundo se eleva a cerca de 32.000 MW y convierte a su parque de generación en uno de los más limpios del sector energético.

La apuesta de Iberdrola por un modelo económico descarbonizado le ha llevado a comprometer inversiones de 10.000 millones de euros cada año en el mundo, después de haber destinado casi 100.000 millones a estos ámbitos desde 2001. De estos, 25.000 se han invertido en España.