La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha empeorado sus previsiones macroeconómicas para este año, al elevar en medio punto porcentual la caída de PIB prevista que se situaba entre el 8,9 % y el 11,7 %, según avanzó ayer su presidenta, Cristina Herrero, durante la sesión telemática Retos fiscales de la economía española organizada por el Consejo General de Economistas.

El organismo presentará a lo largo de esta semana un nuevo informe en el que actualiza sus previsiones macroeconómicas y fiscales publicadas en el mes de mayo y que incluye un empeoramiento de la previsión del PIB para este año que en el peor escenario podría ser superior al 12% porque la caída del segundo trimestre «es mayor de lo previsto», según explicó Herrero.

En el año 2021 la economía española experimentará una «recuperación gradual e incompleta» en un escenario que se mantiene en línea con las previsiones anteriores cuando se estimaba un repunte del PIB de entre el 4,6% y el 5,8%. Con todo, en el caso del empleo se revisará al alza por «la extensión de los ertes». La dirigente defendió esta figura como un «mecanismo eficaz» que se debe mantener «el tiempo que sea necesario» para acompañar a la recuperación.

En el plano fiscal, la AIReF estima un incremento del déficit de entre seis décimas y un punto por encima de las previsiones anteriores (las iniciales se situaron entre el 10,9% y el 13,8% del PIB y las últimas, entre el 11,9% y el 13,9%) debido a las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno y la revisión de las previsiones macroeconómicas. Además, la distribución del impacto de la crisis de la covid por subsectores cambia de manera sustancial con un mayor importe a la Administración Central después de que haya aprobado una transferencia de 15.500 millones de euros a la Seguridad Social y un fondo no reembolsable para las comunidades autónomas de 16.500 millones de euros.

Herrero considera que las medidas de apoyo a la crisis seguirán siendo necesarias el próximo año, pero insistió en la necesidad de diseñar una hoja de ruta que marque la consolidación fiscal de las cuentas públicas en el medio y largo plazo. No obstante, descartó que el año que viene sea el «más óptimo» para iniciar esas subidas o bajadas de impuestos porque «los efectos (de la crisis) en el PIB y en el empleo seguirán siendo importantes.

Peticiones de los más ricos

En este contexto, ayer se conoció que un grupo de 83 de las personas más ricas del mundo ha pedido a los gobiernos que aumenten permanentemente los impuestos sobre ellos y otros miembros de la élite adinerada para ayudar a pagar la recuperación económica de la crisis del covid-19. Los superricos, incluidos el cofundador de helados de Ben y Jerry, Jerry Greenfield, y la heredera de Disney, Abigail Disney, han pedido a los gobernantes que «aumenten los impuestos» a personas como ellos. «Inmediatamente. Sustancialmente. Permanentemente».

«Cuando la covid-19 ataca al mundo, los millonarios tienen un papel fundamental que desempeñar en la curación de nuestro mundo», dicen los firmantes de una carta compartida con el diario británico The Guardian. «No, no somos nosotros los que cuidamos a los enfermos en las salas de cuidados intensivos. No estamos conduciendo las ambulancias que llevarán a los enfermos a los hospitales. No estamos reabasteciendo los estantes de las tiendas de comestibles ni entregando alimentos puerta a puerta. Pero tenemos dinero, mucho dinero. Dinero que se necesita desesperadamente ahora y seguirá siendo necesario en los próximos años, a medida que el mundo se recupere de esta crisis».

El grupo de firmantes advierte de que el impacto económico de la crisis del coronavirus «durará décadas» y podría «empujar a 500 millones de personas más a la pobreza.