La Generalitat ha decidido frenar los megaproyectos fotovoltaicos en los pueblos del interior de la Comunitat Valenciana pese a las presiones de una decena de municipios del Valle de Ayora, la Canal de Navarrés y La Ribera (que han constituido el colectivo Sol, vida y energía) y de la patronal valenciana de energías renovables. La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural y Emergencia Climática, Mireia Mollà, advirtió ayer que hay «suelos manifiestamente incompatibles» con el desarrollo de plantas solares como los que se encuentran en «parajes naturales, parques naturales o la Red Natura 2.000». Los parques fotovoltaicos que quieren desarrollar (entre otros) Iberdrola, NRG Investment o Genia Global en el área de Cofrentes están en el área de la Red Natura 2.000.
Mollà hizo el anuncio durante la presentación del decreto ley que aprobó ayer el Consell para agilizar la instalación de plantas fotovoltaicas. Las palabras de Mollà cayeron como un jarro de agua fría en el Valle de Ayora, que teme perder inversiones multimillonarias. Las eléctricas se quieren instalar en el entorno de Cofrentes para aprovechar el cauce de evacuación de la central nuclear (que dejará de operar en noviembre de 2030), pero no tienen problemas en trasladar los parques a Castilla la Mancha (que se encuentra a menos de 12 kilómetros) para evitar retrasos.
La patronal valenciana de energías renovables tiene claro que «hay que promover las plantas sin dañar el medioambiente», pero advierte de que la legislación de la Generalitat pone a la Comunitat Valenciana en clara desventaja frente a otras autonomías como Castilla la Mancha.
Sin embargo, la prioridad para la Conselleria de Agricultura (controlada por Compromís) es mantener «el territorio verde» y apuesta por la instalación de este tipo de plantas en «suelos más degradados» siempre que «no estén en zonas inundables».
Fernando Navarro (alcalde socialista de Cortes de Pallás y portavoz de la agrupación de municipios que integran Sol, vida y energía) advierte de que la decisión de la Generalitat les «hunde en la miseria». «No tiene sentido la hiperprotección medioambiental. Es cierto que formamos parte de la Red Natura 2.000, pero nos quieren convertir en un museo de la naturaleza. En Extremadura están construyendo megaplantas en zonas protegidas y no hay problema. Lo que hay que hacer es compatibilizar los usos porque nosotros somos los primeros que queremos proteger el medioambiente». Navarro lamenta que los políticos que han tomado la decisión no saben lo que es el Valle de Ayora porque nunca lo han visitado. «Aquí no va a venir Mercadona a construir una plataforma logística. Nuestro futuro es la energía renovable. Yo no pido que desprotejan el monte sino que hagan un uso compatible», insiste en alcalde.
Iberdrola, a través de su filial Iberonova, tiene intención de construir en el Valle de Ayora cuatro parques fotovoltaicos con una potencia de 630 megavatios y una inversión superior a los 500 millones de euros. Uno de los parques de 450 megavatios iría en Cortes de Pallás. Iberdrola (que tiene una vinculación histórica con la Comunitat Valenciana) defiende que sus proyectos «crean oportunidades para los pueblos». El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, advirtió hace un mes a este periódico que los proyectos renovables en la zona de Cofrentes dependen de «la rapidez con la que se obtengan los permisos para poder ejecutar las inversiones».
Los municipios que se han integrado en el colectivo de defensa de las renovables Sol, vida y energía son Ayora, Zarra, Teresa de Cofrentes, Jalance, Jarafuel, Cofrentes, Cortes de Pallás, Bicorp, Millares y Dos Aguas.
