La Unión Europea (UE) ha prohibido temporalmente la importación de limones y naranjas de Argentina con el fin de evitar la introducción y propagación de la «mancha negra» de los cítricos, una enfermedad que afecta a ese tipo de frutos. Así lo estipula el reglamento de ejecución de la Comisión Europea publicado ayer en el Diario Oficial de la UE, por el que se modifica un anexo de una norma relativa a las medidas de protección contra las plagas de los vegetales.

Entre mayo y la primera semana de agosto, los Estados de la UE notificaron a la Comisión, en reiteradas ocasiones, interceptaciones de la mencionada plaga en limones y naranjas procedentes de Argentina, a raíz de las inspecciones realizadas sobre las importaciones, según informa Efe. La norma señala que esas intercepciones recurrentes demuestran que «los controles fitosanitarios vigentes actualmente en Argentina son insuficientes para impedir la introducción de la plaga especificada en la UE», por lo que existe un «riesgo fitosanitario inaceptable que no puede reducirse a un nivel aceptable».

En consecuencia, se prohíbe temporalmente la introducción de determinados frutos de limoneros y naranjos de Argentina, con independencia de si se destinan o no exclusivamente a la transformación industrial en zumo. Dicha prohibición se aplicará, salvo revisión posterior, hasta el 30 de abril de 2021 para hacer frente al riesgo actual de introducción y propagación en la Unión Europea de la «mancha negra», y para permitir que Argentina actualice su sistema de certificación, que será auditado por la Comisión.

El secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, aseguró, en declaraciones a este diario, que la medida es «positiva» y se hace eco de la denuncia que esta organización realizó los pasados 16 de julio y 5 de agosto, cuando pidió la prohibición de las importaciones desde el país americano y publicó datos sobre la elevada detección de cítricos argentinos infectados con la citada plaga, que «es muy peligrosa porque una vez que entra en una zona ya no se puede erradicar y se queda para siempre».

Peris considera que la trascendencia de esta decisión estriba en que puede ser «el primer paso para que se endurezcan los protocolos de importación de cítricos», es decir que se haga una auditoría de los productos en origen para determinar que están libres de plagas y que en su transporte al país de destino se utilice un tratamiento de frío que mate a todos los insectos. A este respecto, el líder de la Unió recordó que España obliga a realizar este tipo de tratamientos con todos los países, excepto Canadá, a diferencia de lo que sucede en la Unión Europea. Según Peris, de todas formas, el peso de Argentina se nota sobre todo en limones, aunque el de naranjas está creciendo en períodos en que los agrios valencianos siguen en los árboles y, por tanto, no ha acabado la campaña.

A este respecto, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) consideró ayer en un comunicado un «paripé» la decisión de la Unión Europea «cuando la campaña argentina ya ha finalizado y por tanto no tendrá ninguna eficacia práctica a nivel comercial y sanitario».

El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, denunció que Bruselas «vuelve a tomarnos el pelo, como ya ha hecho varias veces con Sudáfrica y otros países productores del hemisferio sur, al cerrar los ojos ante la entrada sistemática de cítricos infestados de devastadoras plagas y enfermedades que aún no están presentes en la citricultura europea y únicamente mover ficha cuando el daño ya está hecho y no puede perjudicar a los importadores».

La medida llega tras contabilizarse un «número récord» de detecciones de plagas y enfermedades: un total de 117 interceptaciones en 2020 frente a las 21 que hubo en 2019.