La terminal de MSC en el puerto de València, la más importante de las que operan en el recinto del grao, ya que mueve más de la mitad de los contenedores que pasan por estas instalaciones marítimas, cerró 2019 con relevantes incrementos tanto en sus beneficios como en su volumen de negocio, según la memoria contable del año pasado hecha pública ayer. Claro que 2019 terminó libre de la actual crisis del coronavirus. Mediterranean Shipping Company Terminal Valencia, S. A. registró el año pasado unos beneficios de 14,3 millones de euros, lo que implica un incremento del 47 % en relación a las ganancias después de impuestos de 2018, cuando dicho epígrafe alcanzó los 9,7 millones. La cifra de negocios no le fue a la zaga. La facturación se situó al cierre de 2019 en poco más de 107 millones, con una subida del 20 % en relación a los 89,7 del ejercicio precedente. La compañía asegura que este aumento se debe «principalmente a la finalización de las obras de reacondicionamiento del muelle que inició la Autoridad Portuaria de València en junio de 2018».
La información facilitada por la compañía incluye una mención a sus perspectivas para este 2020, cuando «prevé mantener un volumen de actividad en línea con el ejercicio anterior». No obstante, la sociedad asegura que, dada la complejidad del impacto de la pandemia en la economía, «no es practicable en este momento realizar de forma fiable una estimación cuantificada de su potencial» efecto sobre MSC, aunque la firma «está llevando a cabo las gestiones oportunas con el objeto de hacer frente a la situación y minimizar su impacto, considerando que se trata de una situación coyuntural que, conforme a las estimaciones más actuales y a la posición de tesorería a la fecha, no compromete la aplicación del principio de empresa en funcionamiento». Eso sí, admite que la covid «podría impactar de manera significativa en las operaciones y, por tanto, en sus resultados y flujos de efectivo futuros».
Por otro lado, la compañía formalizó en 2019 una operación de refinanciación por importe de 200 millones de euros con tres entidades bancarias que permitió cancelar los préstamos existentes en 2018 y garantizar su plan de inversiones para adaptar sus instalaciones a los nuevos megabuques portacontenedores que oscilan entre 18.000 y 21.000 TEU.
