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La pandemia retrasa cinco meses el centro de trabajo compartido de la Marina

Los promotores aplazan hasta marzo la inauguración del 'coworking' de la Estación Marítima tras invertir 2,8 millones de euros en las obras

Obras en la antigua Estación Marítima, en una imagen captada ayer. germán caballero

Las obras del espacio de trabajo compartido ( coworking) que la empresa belga Fosbury & Sons promueve en la antigua Estación Marítima de la Marina de València acumulan un retraso de cinco meses por la pandemia. La compañía tenía intención de inaugurar el complejo el próximo mes de octubre tras invertir 2,8 millones de euros, pero finalmente los trabajos de acondicionamiento del edificio está previsto que terminen en marzo de 2021, según confirmaron fuentes de Fosbury. Como ayer adelantó Levante-EMV, el grupo inmobiliario valenciano White Investing prepara su desembarco en la antigua Estación Marítima tras llegar a un acuerdo con la empresa belga Fosbury & Sons para asumir la concesión.

White Investing ha apostado por el desarrollo de espacios de trabajo compartido como el que ha promovido en la calle Islas Canarias de València bajo el nombre de La Centrifugadora. El Ayuntamiento de València está de acuerdo con la operación «siempre que acrediten que son solventes» y que «la Abogacía del Estado no ponga reparos en septiembre» al cambio del titular de la concesión.

Los responsables de White Investing estaban preocupados por el posible rechazo del ecosistema emprendedor y de la Asociación Valenciana de Startups (que apuesta por un hub de innovación para emprendedores). Sin embargo, el ecosistema valenciano de startups prefiere no hacer ruido y está a la espera de que un juez de lo Contencioso se pronuncie sobre el recurso interpuesto contra la concesión. Por su parte, los nuevos promotores quieren sumar al proyecto a los representantes de las startups para despejar cualquier obstáculo judicial y que la iniciativa salga adelante liderada por valencianos y con el mayor consenso posible.

Al margen de las preferencias de los emprendedores, el Ayuntamiento de València tiene claro que el proyecto de Fosbury es positivo y no ve problemas en que White Investing asuma la concesión y que el espacio sea un coworking. Uno de los motivos de la elección de Fosbury fue sus conexiones internacionales. White Investing quiere que Fosbury siga ligada al proyecto para aprovechar esas conexiones.

Reforma

Fosbury inició las obras el año pasado, pero tuvo que pararlas tras la declaración del estado de alarma. La firma belga ha encargado la reforma al despacho Ànima Arquitectura, mientras que para el diseño de los espacios interiores ha fichado a Oyo Architecs y Gazpacho Studios. La operación de White Investing pasaría por la compra de la filial española de Fosbury para evitar un posible problema en la concesión. En cualquier caso, la Administración no ve problemas en el cambio del titular y pone como ejemplo el caso del edificio Veles e Vents tras la salida de Heineken.

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