El presidente de la patronal autonómica CEV, Salvador Navarro, ve con preocupación las trabas a la movilidad que están imponiendo muchos países europeos para tratar de contener la expansión del coronavirus. En su opinión, estas medidas pueden tener un elevado coste para las exportaciones valencianas si los agentes de ventas de las empresas no pueden visitar ciertos países o se ven obligados a realizar cuarentenas, lo que implicará un freno a la expansión comercial de las mercantiles por la pérdida de contacto directo con los clientes.
En relación con esto, Navarro recordó que durante el confinamiento del estado de alarma y el cierre de fronteras entre países europeos «hubo empresas con serios problemas para su actividad cuando tuvieron averías en sus máquinas y los técnicos extranjeros especializados en su reparación no pudieron venir» a la Comunitat Valenciana. Uno de los sectores más afectados fue el de la cerámica.
