Mientras los responsables de Bankia y CaixaBank avanzan en sus negociaciones para cerrar la semana que viene un acuerdo de fusión, las discrepancias en el seno del Gobierno se mantienen al más alto nivel. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó ayer que la negociación para la fusión tiene «buenos mimbres» para ser una operación «positiva» para la economía española, si bien admitió que se está «lejos» de recuperar el dinero invertido en el rescate bancario de 2012 de Bankia -22.400 millones-, aunque el Ejecutivo tiene el objetivo de maximizar la «participación pública».

En una línea parecida se maniestó la vicepresidenta tercera para Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien aseguró que el objetivo del Gobierno es «maximizar» el valor de la participación pública en la entidad resultante. «Nuestro objetivo en este proceso va a ser siempre el de maximizar el valor de la participación pública en la entidad resultante si finalmente se llega a un acuerdo para la fusión de las dos entidades», declaró la política española en Bruselas, tras reunirse con varios comisarios europeos, incluido el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis.

Además de "maximizar" el valor de la participación del Estado en el futuro banco, Calviño añadió que en el proceso de unión de Bankia y Caixabank el Ejecutivo también se preocupará por «apoyar la estabilidad financiera, reforzar la estabilidad financiera en nuestro país y con ello también la estabilidad financiera en el conjunto de Europa».

El dinero de Bankia

Preguntada por si cree que con la fusión resultará mas fácil o difícil para el Estado recuperar los 24.000 millones de euros públicos que permitieron sanear Bankia, la vicepresidenta económica prefirió no especular, «puesto que se están produciendo las negociaciones entre las dos entidades y son algunas cuestiones que están todavía siendo discutidas».

Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, calficó de «preocupante» la fusión entre CaixaBank y Bankia, porque a su entender no beneficiará a la economía española, al tiempo que alertó sobre los riesgos de la concentración bancaria.

En una rueda de prensa con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tras visitar un centro de orientación en cuidados, Montero se refirió al hecho de que los miembros de Podemos del Gobierno no participasen ni conocieran las negociaciones.

En esta línea, la ministra de Igualdad y dirigente de la formación 'morada' pidió discreción y explicó que se hablará en el interior del Ejecutivo de coalición: «Lo que tengamos que hablar, lo haremos».