Si un sector tradicional valenciano ha recuperado energía y protagonismo ha sido el textil. Su comportamiento durante la crisis sanitaria de la covid-19, pero también previamente su especialización y reconversión industrial, han ido acompañadas en los últimos dos años de una mayor presencia como lobby empresarial. Buena parte de esto último se debe a que, por primera vez, a finales de 2018 tres valencianos se pusieron al frente del Consejo Intertextil Español (CIE), la asociación nacional que agrupa a los fabricantes y donde catalanes y valencianos se reparten el poder. Es la catalana Texfor la que lleva la voz cantante, con un 66 % de la representación. Esta organización tiene además integradas en su seno varias organizaciones sectoriales afincadas en Barcelona y Sabadell de empresarios laneros, algodoneros, acabadores y estampadores o industria sedera. Frente a esto, la Asociación de Empresarios Textiles de la C. Valenciana Ateval tiene aproximadamente un 33% de la representatividad en los órganos de decisión del CIE. Y este desequilibrio es el que aspiran a corregir. Ateval ha decidido recientemente exigir que, en los próximos meses, esa situación cambie y su representatividad crezca hasta el 50%. Es algo que se pretende abordar en un encuentro previsto en Vinaròs la próxima semana entre empresarios valencianos y catalanes. Fuentes de Ateval trasladan incluso que se ha decidido en el seno de la patronal valenciana, con sede en Ontinyent, dar cien días al nuevo presidente de la patronal española para que se aborde este aumento de la representatividad. La presidencia del CIE cambia cada dos años. En octubre de 2018, tres valencianos tomaron el control por primera vez desde que se fundó, en 1979. En concreto, fue Càndid Penalba, como presidente entonces de Ateval, quien asumió la presidencia, con José Serna, que precisamente hoy dirige Ateval, como director general del CIE. El mandato expira este otoño, y la presidencia del consejo volverá a la órbita de la catalana Texfor, previsiblemente a Manuel Díaz. Ha sido el valenciano Càndid Penalba quien ha tomado esta iniciativa, después de ver la importancia estos dos últimos años de la interlocución directa que da el CIE, tanto en la Unión Europea, donde han abordado temas de interés para el sector en la relaciones con otras regiones, como con el Ministerio de Industria. Durante esta reciente crisis sanitaria, por ejemplo, el CIE ha sido un importante altavoz en defensa de los intereses del sector valenciano, después de que la mayoría de fabricantes autóctonos, por su tamaño, se vieran excluidos de licitaciones estatales para megacontratos de mascarillas y material sanitario. También fue muy enérgica la protesta de Penalba desde el CIE contra la fijación de un precio máximo de las mascarillas, que dejaba fuera del mercado en un primer momento a fabricantes como los valencianos que estaban haciendo un gran esfuerzo de inversión y reconversión de sus líneas de producción. En este sentido, Ateval ha desarrollado una gran actividad a nivel nacional para poner en marcha iniciativas de reconversión del sector.
