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Reglamento

Climent y los supermercados negocian el Patsecova de nuevo tras meses de bloqueo

Economía se abre a reducir el impacto previsto sobre estas tiendas mientras las empresas buscan minimizar la afección a su modelo de negocio

Climent y los supermercados negocian el Patsecova de nuevo tras meses de bloqueo

Tras meses de inmovilismo y con un enfrentamiento que se había enquistado entre la Conselleria de Economía y la asociación valenciana de supermercados Asucova (Mercadona, Consum y otras cadenas como Masymas), las partes se han vuelto a sentar a negociar. Sobre la mesa, el Plan de Acción Territorial Sectorial del Comercio Patsecova, un instrumento que servirá a la Generalitat para ordenar la expansión del comercio según criterios territoriales y ambientales, señalando dónde pueden y dónde no asentarse los nuevos establecimientos y fijando las tramitaciones que deben cumplir. El plan estaba listo para ser aprobado antes del verano, tras años de tramitación. Un proyecto bandera para Compromís, que entronca con su defensa del comercio de proximidad y urbano. Sin embargo, el desacuerdo de las cadenas de supermercados en uno de sus puntos hizo que el PSPV, a través de sus conselleries, frenara en seco su aprobación, empujando a lograr el consenso con esta influyente organización empresarial antes de dar vía libre al plan. Y en esas están ahora, después de que desde julio Economía haya tratado de llevar, sin éxito, el plan al pleno del Consell para su aprobación. Las conversaciones comenzaron la semana pasada y amenazan con alargarse, aunque el conseller Climent ha trasladado a Asucova (se vieron personalmente el miércoles durante un acto de este diario) que la aprobación no puede dilatarse mucho más. En las últimas horas, ambas partes han intercambiado propuestas y contrapropuestas.

El punto de fricción es el artículo que califica a los comercios de más de 1.000 metros como de «impacto territorial» cuando están alejados de la trama urbana. Como norma general, son los 2.500 metros los que se consideran grandes superficies y, por tanto, con impacto territorial. Ahí quedarían enmarcados los grandes hipermercados y cadenas de producto tecnológico o bricolaje, por citar ejemplos conocidos. Sin embargo, ese umbral de los mil metros sí que afecta a los supermercados (casi siempre de menos de 2.000 m2 de superficie), y necesitarían una segunda licencia autonómica, más difícil de conseguir. Las posiciones parecen alejadas tras días de propuestas y contraofertas, aunque Economía está dispuesta a elevar ese umbral de mil metros para establecimientos en zonas sensibles, con el objetivo de llegar a un punto de encuentro. Los supermercados, por su parte, aspiran a que el Patsecova no afecte a su modelo, que siempre se ha considerado de proximidad, y no haya más trabas para los comercios por debajo de los 2.500 metros.

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