Pese que Manises disfruta de un saludable mix entre aerolíneas de bandera y de bajo coste, sin grandes dependencias, con multitud de compañías que garantizan la cobertura y competencia en precios dentro de las rutas y mercados más importantes, en época de incertidumbre Ryanair es un valor seguro. La compañía irlandesa, gigante del sector europeo por número de viajeros, retomó con fuerza su actividad en el aeropuerto de València tras la mayor parada de la historia de la aviación comercial que ha vivido el mundo en este 2020. Si la firma de bajo coste ya era el claro dominador del enclave en cuanto al movimiento de pasajeros y vuelos operados (como en todo el cielo europeo, en realidad), su cuota ahora se ha disparado en lo que respecta al transporte de pasajeros internacionales desde y hacia València. En concreto, durante los meses de julio y agosto, después del estado de alarma y de que se levantaran las restricciones para volar, la compañía ha movido 216.181 pasajeros en total en Manises. Se mantiene como primer operador, con un 36% del total. En lo que va de año, la firma de Michael O´Leary domina el tráfico aeroportuario, con un 38,3% de los pasajeros que entran y salen.

Es una cuota calcada a la que viene manteniendo en los últimos ejercicios de récord (el 38,5% en 2019), que se explican por el tirón turístico de la ciudad y por la hiperconectividad del aeropuerto con casi toda Europa y los principales aeropuertos internacionales. Ryanair mantiene desde hace años una gran apuesta entre València y multitud de ciudades italianas, el mayor mercado turístico de la capital. Pese al dominio en el tráfico general, si se analiza únicamente el tráfico de Ryanair en València con el continente (su operativa con destinos nacionales es más discreta), la cuota se ha disparado cuatro puntos durante este atípico verano. Cerca de la mitad de los pasajeros que se han movido entre València y el espacio europeo Schengen durante julio y agosto, el 45,5%, utilizaron los aparatos del gigante del low cost. Fueron 130.024 de los 285.697 pasajeros totales con la UE Schengen en los meses de temporada alta.

El pasado año, la cuota de Ryanair estos dos meses fue del 41,8%. En el conjunto de este 2020, su cuota roza el 49%. Ha ocurrido algo similar en el espacio europeo no Schengen (categoría en la que se ubica Reino Unido), donde Ryanair amplía su negocio hasta el 37,7% de los pasajeros (fue del 33,1% en el verano de 2019), aunque en este apartado destaca el crecimiento de una aerolínea más modesta, la húngara WizzAir, que dobla sus cifras y prácticamente iguala a la firma irlandesa en cuanto a tráfico entre València y la UE no Schengen. En cualquier caso, cabe recordar que el hundimiento del tráfico aéreo ha sido brutal en un aeropuerto como este, que en una década ha multiplicado sus registros y hoy tiene en las conexiones internacional tres cuartas partes de su actividad.

Pese a que tras el estado de alarma comenzaron a recuperarse los vuelos y las aerolíneas reanudaron la programación de operaciones en la mayoría de rutas que venían trabajando, el inicio de las restricciones y cuarentenas que impusieron la mayoría de países hacia España con el verano ya lanzado vació los aviones. De hecho, aerolíneas como la propia Ryanair han reprogramado su mapa de rutas en València este septiembre, eliminando algunas de ellas o rebajando frecuencias. En este contexto, en lo que va de año, entre enero y agosto, el tráfico total de aeropuerto ha sido de 1,97 millones de viajeros. Es un desplome histórico. Cabe destacar que en 2019, tras varios años de récord, Manises cerró con 8,5 millones, hito histórico que tardará en volver a repetirse. En este punto, no se han producido grandes cambios entre los principales operadores. Vueling, por ejemplo, sigue como segundo grupo aeronáutico por movimiento de pasajeros en Manises, con un 12,2% de cuota en los primeros ocho meses. Sí que hay un cambio en la tercera posición: el grupo Iberia, en el que se enmarca la aerolínea valenciana Air Nostrum, acumula el 9,6% de los pasajeros hasta agosto, frente al 8% de 2019, cuando terminó cuarto.