Tras varios meses de parálisis por culpa de la pandemia de coronavirus, Caixa Ontinyent ha reanudado este mes el proceso electoral para renovar sus órganos de gobierno, según confirmaron a este diario fuentes de la caja, la mayor de las dos entidades de ahorros que se mantienen en España.

Caixa Ontinyent cerró en marzo, justo antes de que se declarara el estado de alarma, la primera fase de su renovación, consistente en la elección de 30 de los 47 vocales de su asamblea general cuyos mandatos vencían este año. Ahora acaba de poner en marcha la segunda y decisiva fase, la que terminará con la elección de presidente. Aunque falta medio año para ese momento -se prevé que todo el proceso no concluya hasta finales de marzo o principios de abril- las espadas siguen en alto entre los dos principales contendientes al cargo: quien lo ejerce en la actualidad, Antonio Carbonell, y su vicepresidente, José Pla Barber, según las fuentes consultadas por este diario.

Las luchas en el espectro ideológico socialista están detrás de esa pugna. El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, había pactado con Carbonell, elegido en su momento a instancias del PP, para que en este proceso fuera relevado por el vicepresidente Pla, avalado por el PSPV. Sin embargo, la implicación de Rodríguez en el caso Alqueria provocó su dimisión como presidente de la Diputación de València y su posterior salida del PSPV.

El político se presentó a las elecciones municipales de 2019 y arrasó en Ontinyent. Los socialistas de Ximo Puig, para tratar de recuperar terreno en la comarca, han plantado batalla en la zona a Rodríguez en todos los ámbitos y uno de ellos es Caixa Ontinyent, de tal forma que, al entender que Pla es persona de confianza del alcalde de dicha localidad, están dispuestos a que Carbonell continue en el cargo. Este último, para evitar un enfrentamiento de la caja con la Generalitat, ya se ha mostrado dispuesto a seguir. Pla, por su parte, asegura que mantiene su filiación socialista y sigue en campaña para lograr los apoyos necesarios para saltar a la presidencia.

Esa pugna tendrá que resolverse en los próximos meses. De momento, el primer ‘round’ lo ganó Rodríguez al conseguir los dos consejeros generales que correspondía designar a la Fundació Universitària de la Vall d’Albaida (Fuva). Apoyado en los empresarios de la comarca y con su voto de calidad, el alcalde de Ontinyent logró que triunfase su candidatura frente a la defendida por la Universitat de València y los representantes de UGT, CC OO y la Mancomunidad de la Vall d’Albaida, controlada por el PSPV. Ahora toca renovar cuatro de las nueve plazas del consejo de administración, las cuatro por seis años, y tres de las cuatro de la comisión de control, dos por seis años de mandato y otra por tres. El proceso para presentar candidaturas, iniciado el 7 de septiembre, finaliza el 2 de octubre. A partir de ese momento se abre un período, que concluye el 19 de noviembre, en el que la comisión de retribuciones y nombramientos debe analizar a todos los candidatos y resolver sobre las posibles reclamaciones que se presenten.

Si todo transcurre sin sobresaltos, la asamblea general debería celebrarse el 21 de diciembre, siempre y cuando la expansión del coronavirus no lo imposibilite y la entidad se ve obligada a pedir a la Generalitat que establezca otra prórroga. En cualquier caso, el proceso puede demorarse más allá de esa fecha porque el Banco de España debe validar también a los candidatos. Si se presenta más de uno para cada vocalía vacante, lo hará después de la asamblea, pero, según las fuentes consultadas, si solo hay un aspirante por cada cargo la comisión de retribuciones enviará al supervisor la documentación para que evalúe su idoneidad. Esto provocaría que la asamblea general tuviera que retrasarse.

Si no se da esta última circunstancia, el análisis que haga el Banco de España a los candidatos tras la asamblea tardará unos tres meses. Así que será entonces, ya en la primavera, cuando se constituya el consejo de administración. En ese momento se verá si Carbonell sigue al frente de Caixa Ontinyent, como parece en estos momentos, o José Pla da un vuelco a la situación y se convierte en presidente.