El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha concedido un plazo de tiempo de cuatro meses a la multinacional TiL-MSC para que analice los cambios en el anteproyecto de construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores en la ampliación norte del recinto del Grao. La infraestructura propuesta por la APV, tras análisis técnicos de este último año para reducir su impacto sobre el territorio, renuncia a prolongar en 500 metros la extensión del dique de abrigo mientras que el dragado del canal marítimo de acceso para los buques quedará en 18,5 metros, frente a los casi 22 metros calculados inicialmente.

TiL-MSC tendrá ahora que pronunciarse sobre esa modificación sustancial de la obra planificada por Valenciaport y que quiere acabar en 2026 o 2027 para poder albergar un muelle con capacidad para otros 5 millones de contenedores en 136 hectáreas de superficie. El presidente de la Autoridad Portuaria de València (APV), Aurelio Martínez, reconoció ayer al término del consejo de la APV que la demora en el otorgamiento de dicha concesión es “un nuevo retraso más aunque no pasa nada. Ya nos dijo la compañía el pasado mes de julio que quería estudiar las modificaciones del dique de abrigo y del canal de acceso”. En su opinión “todo seguirá igual”.

Ese plazo de cuatro meses (el anterior concluyó el pasado 4 de septiembre) es el que ha pedido Mediterranean Shipping Company. También Puertos del Estado, organismo dependiente del Ministerio de Transporte y Movilidad, requiere nueva documentación para dar el visto bueno al proyecto de ampliación y decidir si hay que solicitar o no otra evaluación ambiental. “La prórroga de TiL-MSC es por cuestiones técnicas y no se está cuestionando su ambicioso proyecto en el Puerto de València. Además, el proyecto constructivo de la Autoridad Portuaria no estaba previsto estar acabado hasta principios de de 2021”, putualizó el director general de Valenciaport, Francesc Sánchez.

Respecto a la posibilidad de solicitan una nueva Declaración de Impacto Ambiental (diferente a la de 2007), Martínez aseguró que no contempla esa posibilidad tiene un Plan B el Puerto de València. “Dios dirá”, ironizó.

Así fue el momento en que un barco derriba la grúa en el Puerto de València

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Pérdida de tráficos en MSC por la grúa

El impacto del accidente en la terminal de MSC -se desplomó una grúa a principios de mes- ha paralizado las operaciones de carga y descarga de mercancías en 100 metros de esa terminal y que repercuten en el 25 % del espacio de la terminal de esta naviera. Eso supondrá una pérdida de unos 25.000 contenedores al mes en estas instalaciones. La naviera, por tanto, tendrá que canalizar esa mercancía en tránsito en otros puertos. Para restablecer tráficos MSC estudia traer una nueva grúa, que si es nueva tardaría varios meses.