José Pla se convertirá en el nuevo presidente de Caixa Ontinyent una vez que finalice el proceso electoral en el que está inmersa la entidad de ahorros valenciana. Este mediodía ha terminado el plazo para la presentación de candidaturas al consejo de administración y la comisión de control y se ha presentado solo una, consensuada por el PSPV, Compromís y CC OO, para renovar cuatro plazas en el consejo de administración y tres en la comisión de control.

Estas fuerzas políticas y laborales, según las fuentes consultadas por este diario, contarán, una vez que la asamblea valide esta candidatura única, con respaldos suficientes en el consejo de la caja para tener asegurado el relevo en la presidencia, una posibilidad que hasta hace unos días parecía muy lejana por las disputas políticas en el colectivo socialista.

Hace tres años, el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, pactó con el actual presidente, Antonio Carbonell, elegido a instancias del PP, que en este proceso cedería el cargo al vicepresidente, José Pla. Sin embargo, la implicación del alcalde en el caso Alquería le obligó a dimitir como presidente de la Diputación de València y a perder la militancia en el PSPV. Rodríguez formó un nuevo partido y se presentó a las elecciones municipales del año pasado. Arrasó, en detrimento del PSPV. Rebeca Torró, secretaria autonómica de Economía Sostenible y antigua mano derecha de Rodríguez, fue la encargada de pilotar los intentos de recuperación de los socialistas en la comarca.

Inicialmente, los socialistas, al considerar a Pla como un hombre de la confianza de Rodríguez, se mostraron dispuestos a que Carbonell continuara en el cargo. Este último, de hecho, recibió presiones desde la Generalitat y se mostró públicamente dispuesto a seguir en el cargo, principalmente para evitar un enfrentamiento de la caja con el Consell.

En las últimas semanas, según las fuentes consultadas por este diario, Torró ha propiciado un pacto para llevar a cabo el relevo en la persona de Pla, catedrático de Organización de Empresas de la Universitat de València. Según las citadas fuentes, “todo se debió a un malentendido”, entre ambos que se ha resuelto tras quedar claro que el actual vicepresidente es una persona próxima al PSPV y no a Rodríguez. De hecho, la formación del alcalde de Ontinyent, que se implicó a fondo hace unos meses para lograr dos plazas, de las 47 que existen, en la asamblea, ha estado al margen de esta candidatura, al igual que el PP.

Si no se presenta un “freelance” para ocupar una de las vacantes, la asamblea de Caixa Ontinyent, prevista para el 21 de diciembre, se demorará a finales de febrero y principios de marzo. Y es que, cuando solo hay un candidato por cada una de las vocalías a renovar, es preceptivo que, antes de votarlo la asamblea, se pronuncie el Banco de España para validar la idoneidad de las personas que optan a ese cargo. La previsión es que la comisión de retribuciones y nombramientos de la caja envíe toda la documentación el 24 de noviembre. Desde entonces, el supervisor tiene tres meses para pronunciarse. Así las cosas, todo indica que, tras el visto bueno de la asamblea, el consejo se reunirá en abril y podrá proceder a la sustitución de Carbonell por Pla, a quienes les queda todavía tres años de mandato.