El Consejo de Ministros aprobó ayer un techo de gasto récord para el 2021, con un aumento del 53,7% respecto al aprobado para el 2020, hasta un total de 196.097 millones de euros (frente a los 127.609 millones del 2020), con el fin de atender la emergencia sanitaria y sacar a España de una recesión que, según las nuevas previsiones, implicará una caída del PIB este año, con un aumento del paro hasta el 17,1% de la población activa.

Con ayuda del mayor gasto presupuestario y de los fondos europeos, el Gobierno confía en un repunte de la economía de hasta el 9,8% el año próximo, con la creación de 600.000 puestos de trabajo, según explicó la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Se espera poder recuperar a mediados del 2022 el nivel de PIB previo a la crisis. A partir del techo de gasto de casi 200.000 millones adoptado, el Gobierno debe confeccionar el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2021 que será remitido al Congreso de los Diputados «a lo largo del mes de octubre», según dijo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Un aumento tan potente del techo de gasto para el 2021 es posible porque el Gobierno ha decidido dejar en suspenso las reglas de déficit y gasto para este año y el próximo, al amparo del artículo 135.4 de la Constitución Española en caso de circunstancias extraordinarias, como podría ser la pandemia actual.

Este techo de gasto del Estado, cercano a los 200.000 millones de euros, incluye un aumento de partidas para cubrir el Ingreso Mínimo Vital, incrementar las partidas de dependencia, reforzar la educación e incrementar las aportaciones a la Unión Europea.

Además, dentro de este techo de gasto se incluye una transferencia extraordinaria de 31.883 millones de euros con las que el Estado pretende aliviar la mitad del déficit autonómico previsto para el 2021 y parte del de la Seguridad Social. Por último, tan extraordinario techo de gasto incorporar la inyección de 27.436 millones de transferencias del Fondo Europeo de Reconstrucción (sobre el total de 71.604 millones previstos para España; 140.000 millones, si se incluyen los préstamos).

La ministra de Hacienda explicó parte del gasto que llevará el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2021, pero, por el lado de los ingresos, evitó precisar qué impuestos subirán o bajarán el año próximo. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero se limitó a señalar que el proyecto de Presupuestos solo incorporará «algunos ajustes» en materia de impuestos y que las grandes reformas pendientes «se irán trabajando» pero se acometerán más adelante, «cuando la recuperación económica» lo permita.

El Consejo de Ministros empeora sus previsiones macroeconómicas para el 2020, si bien mejora las del 2021, respecto de las proyecciones realizadas a finales de abril, en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas.

El Gobierno prevé ahora que la economía española se hundirá el 11,2% en el 2020 (frente a la caída del 9,2% estimada en abril), como consecuencia de los peores datos del segundo trimestre, lastrados por la caída del consumo y la inversión, si bien se espera un dato de crecimiento en el entorno del 13% para el tercero. La tasa de paro se elevará del 14,1% del 2019 al 17,1% de la población activa en el 2020, con una caída del empleo del 8,2%.

Sin embargo se prevé un repunte del PIB del 7,2% para el 2021, ligeramente por encima de la estimación anterior, del 6,8%, que dejaría la tasa de paro en el 16,9% del PIB tras un aumento del empleo el 5,6% que, según las estimaciones de Economía, permitiría la creación de 400.000 puestos de trabajo (en términos de encuesta de población activa, EPA)

Según la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, el crecimiento del 2021 podría llegar al 9,8% , gracias a la incorporación de los fondos europeos de reconstrucción, lo cual permitiría una reducción adicional de la tasa de paro, hasta el 16,3%, tras la creación de 600.000 puestos.

Las nuevas previsiones del Gobierno están en línea con la última proyección del Banco de España, que ha estimado una caída del PIB de entre el 10,5% y el 12,6% a finales de 2020.