Feria Valencia ha realizado ya una primera estimación de la caída de ingresos que va a sufrir como consecuencia de la crisis del coronavirus, que la ha obligado a suspender prácticamente todos sus eventos comerciales desde que el 13 de marzo se decretara el estado de alarma. Aunque ha organizado algunos salones muy locales, como el del automóvil, y otros certámenes los ha derivado al espacio virtual, la actividad expositiva en el recinto de Benimàmet ha quedado prácticamente paralizada hasta mayo de 2021, cuando está previsto celebrar, con tres meses de retraso, la principal de sus manifestaciones comerciales: la feria del azulejo Cevisama.

Así las cosas, la institución, según confirmaron a este diario fuentes de la misma, va a tener unas necesidades de liquidez hasta mayo del año que viene de tres millones de euros, siempre que para entonces se haya despejado el terreno de la pandemia. El escenario más negativo -y no descsartable en una actividad en la que el contacto humano es esencial- es que no puedan celebrarse eventos en todo 2021. Entonces, el dinero que precisaría para subsistir y pagar nóminas a una plantilla que en parte se encuentra en expediente temporal ascendería a once millones.

¿De dónde saldrá esta cantidad o, en el mejor de los casos, los tres millones ya citados? Pues de la Generalitat, en principio. Fuentes de la administración autonómica explicaron ayer a este diario, tras la celebración del patronato ferial, que la conselleria de Economía está pendiente de que la institución le haga llegar por escrito el importe concreto de sus necesidades de liquidez para proceder como ya hizo el pasado viernes con la Institución Ferial Alicantina (IFA), a la que ha aprobado la concesión de una subvención directa de 800.000 euros para compensar sus pérdidas por la covid-19.

Las citadas fuentes aseguran que el Consell es consciente de que en el caso de Feria Valencia la cantidad será superior. «Cuando nos trasladen sus números, veremos si cabe en las partidas de subvenciones o hay que buscar otra posibilidad, por ejemplo a través de un préstamo», indicaron las citadas fuentes, que añadieron que una parte será en 2020 y otra en 2021. Lo que está claro es el compromiso de la Generalitat con la institución, tal como expresó al término del patronato su presidente y alcalde de València, Joan Ribó.

Una de las cuestiones que aprobó ayer dicho órgano fue la autorización a la Feria a solicitar un crédito de hasta dos millones, avalado por la Generalitat, para pagar la factura a la firma que aseguró la emisión de bonos con que se financió la ampliación ferial. La aseguradora exige ese pago para acceder a que la titularidad de la emisión de 227,5 millones de euros pase de la Feria a la Generalitat y se complete la subrogación de la elevada deuda ferial. Luego solo quedará que la asamblea de bonistas lo ratifique en una fecha por determinar.

El otro punto del orden del día fue la aprobación de las cuentas de 2019. Los ingresos crecieron un 16,8% sobre los de 2017 (año equiparable por el efecto de las ferias bienales), hasta los 23,43 millones y los gastos subieron un 10,9%, hasta 21,19 millones. Habría tenido un beneficio de un millón, pero al final perdió 2,21 por efectos contables derivados de su enorme deuda.

Exceso de optimismo en las cuentas

El patronato ferial aprobó ayer las cuentas de 2019 después de que el comité ejecutivo las tuviera que reformular en su reunión previa. Este último órgano de gobierno, según las fuentes consultadas, aprobó las cuentas el pasado 31 de julio e incluyó en el informe de gestión que las acompaña una previsión de ingresos «optimista» al incluir la celebración de certámenes que han acabado por anularse o retrasarse por culpa de la pandemia de Covid. Alertada por los auditores, la institución ha modificado su informe, aunque el cambio no comporta impacto económico.