La compañía británica Amro Real Estate ha entrado en València con la compra de un terreno de 5.000 metros cuadrados edificables junto al campus de la Universidad Católica para construir una residencia para estudiantes de 170 camas. La firma tiene previsto abrir la residencia en el arranque del curso 22-23. La apuesta de la multinacional británica confirma el interés de los operadores de residencias de estudiantes por hacer negocio en València. La falta de oferta ha disparado la construcción de este tipo de proyectos y ya hay en marcha siete residencias con 1.404 camas. El impacto de la pandemia no ha frenado el interés de los inversores. El coste mensual de una residencia de estudiantes es de 600 euros al mes tras incrementarse un 5,3 % en el último año.

La capital del Túria ha adelantado a Barcelona como área de inversión por la falta de plazas. La propia Amro continúa buscando oportunidades en la capital ante las perspectivas que ofrece. Las cinco grandes universidades de Valencia (Universitat, Politècnica, Católica, Cardenal Herrera y Europea) tienen 104.369 alumnos de los que 8.350 (un 8 %) son extranjeros. La ratio de plazas es de una cama por cada 31 universitarios, según destaca un informe de la consultora inmobiliaria JLL. Otras ciudades con déficit de plazas son Bilbao, Málaga, Sevilla y Madrid, aunque su situación es mejor. Por este motivo se ha incrementado el interés de los inversores por construir residencias de estudiantes en València, Burjassot, Godella y Moncada. La falta de grupos especializados en residencias de estudiantes con inmuebles en venta ha hecho que los operadores estén creando sus propias carteras mediante el desarrollo o la adquisición de activos uno a uno.

La política de Amro es promover los proyectos de cero. La compañía británica ya opera un activo junto al campus de la Cartuja de la Universidad de Granada con 319 habitaciones y 354 plazas. La firma prevé inaugurar el año que viene una segunda residencia en Málaga con 229 camas y abrir en el curso 22-23 una en Sevilla con 347 plazas y la de València. El objetivo de la compañía es gestionar 5.000 camas en España y Portugal en los próximos tres años.

La residencia de estudiantes en València de Amro contará con una piscina en la azotea, un gimnasio y área de servicios comunes.

Madrid es el principal punto de interés de los inversores en residencias de estudiantes seguido de València, Barcelona, Bilbao, Granada y Málaga. La consultora JLL subraya en su informe que València es un destino «muy popular» entre los estudiantes del programa Erasmus+. La Universitat de València tuvo el curso pasado 2.603 estudiantes internacionales, la Universidad Cardenal Herrera CEU 2.191, la Politècnica 1.996, la Universidad Europea 480 y la Católica 260.

Operadores como Nexo Residencias, Global Student, Resa, WPCarey, Invesco, Axa, Valeo y Temprano Capital Partners también rastrean el mercado valenciano para encontrar una oportunidad de inversión. El fondo español Stoneshield Capital, que lidera Juan Pepa (uno de los impulsores de Neinor), compró hace unos meses la residencia Galileo Galilei (valorada en 35 millones de euros). La residencia de estudiantes Galileo Galilei es el único colegio mayor que se encuentra dentro del campus de la Universitat Politècnica de València. El inmueble formaba parte de la cartera de Liberty Living, uno de los mayores gestores de residencias de estudiantes de Reino Unido que es propiedad de CPPIB. Galileo Galilei (que ahora está en el ojo del huracán por el brote de coronavirus) cuenta con 520 camas repartidas en habitaciones individuales, dobles y triples que van desde los 603 euros a los 974 euros al mes.