El sector bancario se prepara para dar a conocer al mercado sus cuentas referidas al tercer trimestre del ejercicio 2020, un periodo marcado por la segunda ola del coronavirus y las nuevas restricciones impuestas para contener su expansión.

Las entidades financieras ya iniciaron hace unos días el habitual periodo de blackout previo a la rendición de cuentas, una temporada que iniciará Bankinter el próximo jueves.

Unos días después, el 27 de este mes, hará lo propio Banco Santander, al que le seguirá Bankia, el 28. Banco Sabadell, CaixaBank y BBVA anunciarán el mismo día sus resultados: el día 30.

Los seis grandes bancos ya sacrificaron sus ganancias en el primer semestre de 2020, incurriendo en pérdidas históricas en algunos casos, para blindar su balance ante el aumento del riesgo derivado de la crisis económica que han ocasionado las medidas de contingencia implementadas para mitigar la expansión del coronavirus.

Esta situación excepcional llevó al sector a protegerse ante potenciales insolvencias adoptando una postura de prudencia y realizando provisiones de forma agregada por importe de unos 11.900 millones de euros, en vista de que el escenario continuará deteriorándose y que el coste de riesgo ha aumentado considerablemente.

La mayoría de las entidades aseguró que la gran parte de las dotaciones ya estaba hecha en la presentación de resultados del segundo trimestre. Los analistas también consideran que en las próximas cuentas se observará una normalización en las provisiones.

La analista de Renta 4 Banco Nuria Álvarez cree que la estacionalidad del tercer trimestre debería traducirse en una generación de ingresos más moderada frente a los tres meses inmediatamente precedentes, ya que este periodo se caracteriza por una mayor debilidad.

En cuanto a las comisiones netas, se espera un buen comportamiento en las originadas en el negocio de gestión de activos y productos fuera de balance.

En la misma línea, el analista de XTB Darío García indica que será interesante observar los próximos días los datos del margen de intereses de las entidades y cómo han afrontado el reto coyuntural de las decisiones monetarias del Banco Central Europeo (BCE), con las políticas de tipos de interés bajos y su programa de compra de renta fija.