La asociación de profesionales autónomos Elite Taxi reunió ayer a unos 300 vehículos ante la Conselleria de la Conselleria de Obras Públicas, Transporte y Movilidad para reclamar ayudas para el sector -tal como ha garantizado el Gobierno central a los autónomos por su merma de ingresos ante el impacto del coronavirus- así como poder ampliar la antigüedad de los vehículos a doce años (en lugar de diez) y que los coches adaptados a personas de movilidad reducida cumplan los descansos impuestos al resto cuando no estén haciendo servicios de este tipo.

Según Rafael Climent, dirigente de Elite Taxi, este colectivo «reclama ayudas directas o indirectas, como la bonificación de tasas de tarjetas identificativas» y que la Generalitat ponga los medios para controlar el cumplimiento de la regulación de la precontratación de los vehículos VTC. «La crisis por el coronavirus recorta los ingresos del sector y no podemos acometer inversiones de 20.000 o 24.000 euros para renovar vehículos, por lo que reclamamos que la próxima renovación de la antigüedad se retrase al año 2023», comentó ayer Climent tras la concentración frente al complejo administrativo 9 d’Octubre. La Asociación Gremial no se sumó a la movilización. Mientras, la Plataforma de Afectados por la Nueva Ley del Taxi, que tampoco acudió a la protesta, denunció, según su presidenta, Isabel Segura, el «odio injustificado hacia los taxistas» que han adaptado sus licencias para personas con capacidad de movilidad reducida».