Los ministros de Agricultura de la Unión Europea lograron en la madrugada de este miércoles un acuerdo sobre las reglas de la Política Agrícola Común (PAC) que entrará en vigor en 2023 y en el que abogan por reservar un 20 % de los pagos directos a los nuevos ecoesquemas que introduce la reforma. Tras 42 horas de negociaciones, los Estados miembros fijaron sus líneas rojas de cara a los debates que deben comenzar en las próximas semanas con el Parlamento Europeo, que esta semana también está votando para establecer su posición negociadora sobre los tres reglamentos que compondrán la nueva PAC.

Finalmente, el último documento propuesto por Alemania, como presidencia de turno de la UE, fue aprobado con el único voto en contra de Lituania y las abstenciones de Rumanía, Bulgaria y Letonia. El mayor punto de fricción entre los Estados miembros fueron las características de la nueva ayuda a agricultores y ganaderos que quieran ir más allá de los requisitos obligatorios y adopten medidas adicionales en favor del clima y el medio ambiente. Finalmente, pactaron dedicar un 20 % de los pagos directos a los llamados ‘ecoesquemas’.

La introducción de este límite inferior ha generado muchas dudas entre las capitales, sobre todo por la posibilidad de que los productores no puedan cumplir con los criterios climáticos adicionales y no sea posible repartir los fondos reservados para estos casos. El documento aprobado por los socios comunitarios prevé una serie de medidas de flexibilidad que finalmente convencieron a los socios comunitarios. En concreto, el pacto contempla que, durante los dos primeros años de aplicación (2023 y 2024), los fondos para ecoesquemas no gastados a partir de un porcentaje del 10% se puedan dedicar a otras intervenciones.

«Pensamos que es una propuesta equilibrada y que responde a las distintas sensibilidades. Es imperfecta pero muy buena», dijo el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, al respecto del acuerdo, del que defendió que «España ha cumplido todos los objetivos que se había planteado». El ministro destacó en particular el acuerdo de los ‘ecoesquemas’, que entiende como una solución «sólida y que ofrece flexibilidad a los estados miembros para su aplicación».