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«La única manera de recuperar la economía es controlar la pandemia»

El investigador de Cemfi considera que forzar una recuperación anticipada de la normalidad cuando el coronavirus sigue desbocado sería contraproducente para la economía española

Diego Puga, en una imagen tomada recientemente. | LEVANTE-EMV

El jurado de los premios Rei Jaime I reconoce los trabajos de Diego Puga (Madrid, 51 años) por su contribución en el campo de la economía espacial. Esta parte de la investigación incluye la economía urbana, la geografía económica y la parte de la moderna teoría del comercio internacional interesada en los problemas de los costes asociados al espacio. Su trabajo sobre la evolución de las desigualdades regionales es referencia obligada entre los investigadores del sector. En declaraciones a Levante-EMV, analiza la coyuntura al hilo de la pandemia.

Empresarios y directivos han abogado esta semana en València por no hablar tanto de vacunas y centrarse más en la economía para salir de la crisis. ¿Cuáles serían sus recetas?

No existe una disyuntiva entre controlar la crisis sanitaria y mitigar la crisis económica. La única manera de recuperar la economía es controlar la pandemia. Tratar de forzar una recuperación anticipada de la normalidad cuando la pandemia sigue desbocada no sólo es inefectivo sino también contraproducente. Lo hemos visto este verano, cuando hemos abierto apresuradamente el interior de bares, restaurantes y locales de ocio nocturno y hemos acabado con tantos contagios que no ha habido turistas.

¿Qué es lo más urgente?

Las primeras medidas efectivas para recuperar la economía han de ser sanitarias. En cuanto a medidas estrictamente económicas lo más urgente es evitar que tenga efectos permanentes una situación en la que temporalmente no podemos producir ni consumir como lo haríamos habitualmente. Esto significa evitar que los vínculos entre empresas y trabajadores se rompan como se ha hecho de manera efectiva con los ERTE. Ayudando a que no quiebren negocios que en circunstancias normales serían y serán rentables. Ayudando a aquellos que han sufrido un mayor impacto o que tienen menos medios para superar esta crisis. Y tratando de repartir en el tiempo el coste de un evento tan intenso e inusual.

Las nuevas tasas e incrementos de tributos cedidos a las autonomías que anuncian algunas regiones, ¿pueden influir en la fuga de empresas y los movimientos de trabajadores?

Dependerá de como se use la recaudación adicional. Mejorar la atención primaria en sanidad, ofrecer un refuerzo educativo que ayude amitigar el impacto de la pandemia sobre los estudiantes de primaria y secundaria o promover la excelencia de las universidades y centros de investigación son competencias al alcance de las comunidades autónomas que pueden ser también mecanismos de atracción de trabajadores y empresas.

¿Qué aportaciones realiza el ‘big data’ a la generación de la nueva geografía económica?

El ‘big data’ nos permite medir y estudiar en detalle fenómenos económicos y sociales que hasta ahora no estaban al alcance de la investigación. Por ejemplo, con datos anonimizados de seguridad social y balances podemos estudiar como los ingresos de trabajadores y la productividad de las empresas aumentan cuando se ubican en entornos con mayor densidad de otros trabajadores y empresas a su alrededor. Con datos anonimizados de teléfonos móviles, podemos observar patrones de movilidad y de relaciones entre personas y cómo influyen éstos en otras decisiones económicas, como la elección del lugar de residencia o del puesto de trabajo. Con datos de imágenes de satélite podemos estudiar el crecimiento de las ciudades en el espacio.

Como experto en la teoría del comercio internacional y problemas asociados al espacio, ¿qué efectos puede tener la crisis del coronavirus en la deslocalización de empresas?

Puede influir en dos aspectos quizás inesperados. Primero, las dificultades para mantener en operación la compleja logística internacional que tienen hoy muchas empresas probablemente lleve a planes de contingencia ante crisis cómo ésta con una mayor redundancia. Por ejemplo, teniendo proveedores alternativos en lugares distintos a manteniendo también una opción local a la que recurrir. Segundo, la mejor o peor gestión de la pandemia en distintos lugares puede convertirse en un argumento importante y clave para poder atraer o no empresas.

¿A qué sectores productivos puede afectar más?

A aquellos que dependen más de las actividades que debemos evitar para prevenir contagios: bares, restaurantes y locales de ocio nocturno obviamente; pero también otras actividades en lugares cerrados donde se aglomeran personas y hablan muy alto, como empacadoras de carne. A aquellos que dependen de los movimientos que también debemos evitar como el turismo. Y aquellos que se ven más afectados por la incertidumbre que la pandemia genera, incluidos los que dependen de decisiones de compra e inversión que se verán pospuestas.

¿Qué piensa del teletrabajo?.

La tecnología para el trabajo estaba ahí desde hace unos años, la pandemia nos ha forzado a probarla. Nos ha permitido ver que para algunas tareas funciona muy bien y para otras en cambio no puede sustituir el cara a cara. Son actividades que requieren un contacto físico pero también aquellas que se benefician especialmente del contacto interpersonal cara a cara. El teletrabajo no funciona para un fisioterapeuta pero tampoco para un investigador que necesita estar en su laboratorio no sólo por sus infraestructuras sino porque las mejores ideas habitualmente surgen de interacciones no programadas con colegas. El trabajo presencial no va a desaparecer. Es importante para nuestra productividad y también en muchos casos para nuestra salud mental y emocional.

En su análisis sobre la economía espacial afirma que lo importante «no solo es el lugar en el que hacemos algo sino dónde nos ubicamos los trabajadores en relación a los demás para ser más productivos». ¿Por qué?

Cómo de productivos somos hoy y cuánto aprendemos con nuestra experiencia depende en gran medida de las interacciones que tenemos con los demás. Cuanta más gente productiva tenemos a nuestro alrededor, más aprendemos y más productivos nos volvemos. Por suerte, no sólo son los virus lo que nos contagiamos estando cerca unos de otros, también las ideas, la creatividad y la productividad.

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