El Estado ha valorado otras fusiones posibles para Bankia antes de determinar que su unión con CaixaBank es la mejor opción. Así lo aseguró ayer el presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Jaime Ponce, quien señaló que se analizó tanto su integración con una entidad cotizada de menor tamaño (no lo citó, pero como el Sabadell), su absorción por un banco español de mayor tamaño (solo Santander y BBVA) o su adquisición por un grupo internacional.

Durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso, Ponce se esforzó en demostrar que la operación es buena para la recuperación de ayudas públicas (24.069 millones de euros, por los que solo se han ingresado 346 millones) y que el FROB la ha apoyado por criterios objetivos. En las últimas semanas, se han producido críticas porque la integración haya sido pactada en primer lugar por la vicepresidenta Nadia Calviño y el presidente de la Fundación Bancaria la Caixa, Isidre Fainé, así como porque no se haya lanzado un proceso competitivo de presentación de ofertas, como se hizo en ventas anteriores de entidades nacionalizadas como Catalunya Banc.

Ponce argumentó que no se ha producido una subasta porque no se trata de una desinversión, ya que el Estado seguirá siendo accionista de la nueva CaixaBank. Asimismo, destacó que otros bancos podrían presentar una oferta por Bankia, al ser una entidad cotizada. Ponce abrió la puerta a realizar ventas graduales en el mercado mediante ventas diarias equivalentes a un pequeño porcentaje del volumen negociado en la jornada, en lugar de mediante la colocación de grandes paquetes.