El recorte de gastos seguirá siendo uno de los «puntos brillantes» de la gestión del BBVA «en los próximos años», según adelantó ayer su consejero delegado, Onur Genç. El ejecutivo turco descartó realizar un ERE como los que preparan Santander, Sabadell y la nueva CaixaBank tras la integración de Bankia, que podrían afectar a unas 15.000 personas. Pero añadió que su recorte de empleados «en general seguirá en línea con la gestión dinámica de la plantilla» que realiza la entidad desde hace cinco años o «quizá un poco más». De ello se puede deducir que el segundo banco español seguirá reduciendo su número de empleados en un mínimo de 2.800 personas al año en los próximos ejercicios.

El grupo presidido por Carlos Torres Vila recortó su plantilla en 2.863 empleados entre enero y septiembre, hasta los 124.110 trabajadores, con un ritmo trimestral muy estable (932 en el primer trimestre, 1.000 en el segundo y 932 en el tercero). El banco no ofrece una estimación al mercado sobre a cuánto ascenderá el ajuste en el ejercicio, pero de mantenerse el ritmo en el cuarto trimestre, el recorte ascendería a unas 3.800 personas en 2020. En España, donde el banco había anunciado 160 cierres de oficinas y 600 prejubilaciones en el ejercicio, el recorte de plantilla hasta el cierre del tercer trimestre asciende a 808 trabajadores, hasta los 29.475, mientras que 121 sucursales ya se han clausurado.

Menos pérdidas

El banco ha reducido sus pérdidas acumuladas en lo que va de año hasta los 15 millones de euros al cierre de septiembre, pero sigue a años luz de los 3.667 millones que ganó en los nueve primeros meses del año pasado. El resultado está lastrado por el deterioro de 2.084 millones que tuvo que aflorar en el fondo de comercio de su filial en Estados Unidos en el primer trimestre, el segundo en pocos meses. El banco ha destacado que solo en el tercer trimestre ganó 1.141 millones, tras perder 1.792 millones en el primero y ganar 636 millones en el segundo.

La mejora del beneficio trimestral se ha debido a la fuerte reducción de las provisiones extraordinarias para afrontar las pérdidas futuras de la crisis del coronavirus: en el primero reservó 1.433 millones para ello, en el segundo 644 millones y en el tercero apenas unos 200 millones. Genç argumentó que la reducción responde a que la economía está evolucionando mejor que durante el confinamiento de primavera y a que el BBVA anticipó más saneamientos que otras entidades y tiene unos niveles de cobertura mayores que la competencia.

El ejecutivo, asimismo, evitó desvelar si su equipo de fusiones está analizando la absorción del Sabadell, operación con la que se especula desde hace meses: «Están haciendo análisis preliminares sobre todo lo que hay en España, Turquía, Latinoamérica...». También ha apuntado que el banco espera que el BCE levante su recomendación a la banca de no remunerar a sus accionistas.