La actividad económica en España se debate entre un tercer trimestre que ha resultado mejor de lo previsto y un cuarto en el que se observan muestras de ralentización. Esa combinación, sin embargo, no impedirá que la economía española cierre 2020 por debajo de una caída del 12,5% del PIB, como han vaticinado diferentes entidades. Ese es el análisis que realizó ayer el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de resultados de la entidad hasta el tercer trimestre del año. «Nuestro servicio de estudios esperaba un crecimiento del 1,5% en el cuarto trimestre y si esa previsión se mantiene, el tercero, en lugar de bajar el 12,5% el PIB, bajaría un 10,6%», comentó.

«La verdad es que estamos viendo un cuarto trimestre que es peor que las expectativas que teníamos», añadió Gortázar. La entidad con sede social en València ha detectado que el negocio que se hace con las tarjetas se ha reducido en las últimas semanas de octubre y espera que ocurra lo mismo en noviembre. Agregando los pagos en TPV con los reintegros en cajeros, los descensos registrados por CaixaBank en octubre se acercan al 6%, cuando en los meses de verano esa actividad había aumentado. «Esta última semana ya estamos más en el entorno de caída del 10%», apuntó Gortázar antes de señalar que espera un impacto negativo en noviembre como consecuencia del efecto que pueden tener las nuevas medidas sobre la movilidad en la actividad económica, pero hay que esperar a ver como evoluciona esa tendencia.

El primer ejecutivo de CaixaBank reconoció que un empeoramiento de la situación económica tendrá efectos sobre la morosidad y las dotaciones que tiene que llevar a cabo el banco, aunque eso no tendrá un efecto significativo en las cifras de 2020, puesto que «la mayor parte de las dotaciones se han realizado ya», teniendo en cuenta que el repunte de la morosidad se producirá en 2021.

Ante esta situación, defendió la moratoria de los créditos avalados por el ICO, una alternativa que se plantea el Gobierno en este momento. «Se trata de una medida muy útil: ha funcionado muy bien. Ha llevado la liquidez en un momento en que era muy necesaria», dijo. «El sentido común hace pensar que es una buena herramienta, y tenemos que alargarla en el tiempo». Señaló que el sector empresarial no solamente necesita liquidez, sino que también puede necesitar ayudas en forma de capital u otros instrumentos que no generen un mayor apalancamiento. Desde el inicio de la comercialización de las líneas ICO, CaixaBank ha concedido 162.175 préstamos por 11.944 millones de euros, cuya demanda se ha moderado en el trimestre.

Resultados

El Grupo CaixaBank obtuvo en los nueve primeros meses del año un beneficio atribuido de 726 millones de euros, un 42,6% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, después de realizar, durante estos nueve primeros meses, una provisión extraordinaria de 1.161 millones y anticiparse así a impactos futuros por los efectos económicos de la covid-19.

En la evolución interanual también incide el registro de 109 millones asociados a prejubilaciones en el primer trimestre de 2020. Asimismo, los resultados de 2019 estuvieron marcados por el impacto del acuerdo laboral (978 millones). Estos resultados no incluyen el registro de la plusvalía por la venta del 29% de Comercia, que asciende a 420 millones, al haberse formalizado al principio del cuarto trimestre de 2020. Gortázar señaló que la entidad mantendr a el ritmo de ajuste antes de que concrete la fusión con Bankia, que será cuando se plantee a los sindicatos la reducción de personal.