Glovo refuerza su línea de logística para entrar a competir con los gigantes del comercio digital en las grandes ciudades. La empresa fundada por Óscar Pierre ha anunciado este jueves una inversión de 20 millones de euros para el ejercicio 2021 y así aumentar su catálogo de entregas (desde moda hasta electrónica), con la voluntad de ampliar su facturación y reducir su dependencia de las entregas de comida a domicilio.

Su apuesta para ganar mercado es la rapidez, con el compromiso de entrega de los pedidos en 35 minutos. Una especia de Amazon, pero más rápido en la entrega y con un catálogo más limitado. Y para desplegar todo ello su estrategia sigue pasando por repartidores operando como trabajadores autónomos, pese a la última sentencia contraria del Tribunal Supremo censurando este modelo laboral y la nueva ley que ultima el Gobierno al respecto.

"Dar acceso a cualquier cosa en la ciudad", es la síntesis de la nueva apuesta de expansión de Glovo, según ha resumido el gerente de la línea Q-Commerce, Daniel Alonso. El objetivo de la plataforma digital es que un cliente se conecte a la aplicación de Glovo desde su teléfono y pueda comprar desde una hamburguesa, hasta un portátil, pasando por una camiseta o una crema de manos. Y así alcanzar una facturación mensual 40 millones de euros, de los cuales 10 millones sean de esa división de logística que pretenden reforzar durante los próximos meses.

Actualmente, los volúmenes de repartos de la compañía se distribuyen en un 60% de hostelería, 30% de supermercado 'on line' y el 10% restante de 'retail'; según han desglosado los portavoces de Glovo durante la rueda de prensa de este jueves. Y la voluntad de la compañía con esta nueva apuesta es reducir la dependencia de la primera división para ganar facturación total, principalmente en las grandes ciudades. Pues su planteamiento depende de una alta densidad de pedidos y un creciente número de suscriptores de Glovo Primer (un sistema muy similar al de Amazon Prime).

Más horas de trabajo para los 'riders'

La estrategia de Glovo pasa por dar salida a esa nueva carga de trabajo con los mismos repartidores con los que opera en la actualidad. Principalmente en aquellas franjas horarias en las que los pedidos de comida a domicilio son escasos, las llamadas horas valle. Lo que pasaría por más horas de trabajo asignadas a los 'riders', tal como han señalado los responsables de Glovo.

La plataforma digital sigue planificando en base a un modelo laboral sustentado en repartidores que operan como trabajadores autónomos, pese a la sentencia ya firme del Tribunal Supremo que dictamina que esta situación es fraudulenta y que los 'riders' son falsos autónomos. Además de la legislación que prepara el Ministerio de Trabajo, que pretende clarificar los supuestos legales y acelerar los tiempos de jueces e Inspección de Trabajo para censurar y corregir los incumplimientos.

No obstante, el esquema comercial hacia el que pivota Glovo apuesta por aumentar la carga de trabajo de los repartidores y la continuidad de los mismos. Ya no tanto una masa móvil y mucho más intermitente de repartidores, que se conectan esporádicamente por horas y pugnan entre ellos por los pedidos. Un giro que reduce en algunos aspectos organizativos las diferencias con empresas de reparto más tradicionales, que operan con repartidores asalariados.