Nuevo varapalo para la factoría de Ford Almussafes. La compañía trasladó ayer a los sindicatos de la fábrica que dejará de producir vehículos durante cuatro semanas, desde el 17 de diciembre hasta el 11 de enero, debido a la caída de ventas que está experimentando a causa de la crisis del coronavirus y de los consiguientes confinamientos que se extienden por algunos de los mercados principales de la marca del óvalo, como Francia, Alemania o Reino Unido.

Un parón de esta magnitud por descenso de ventas no se recuerda en la historia de Almussafes. Así lo confirmaba ayer el portavoz de UGT, Carlos Faubel, en declaraciones a este diario. «Nunca habíamos detenido la producción tanto tiempo, a excepción del obligado parón de siete semanas por el estado de alarma», comentaba inquieto. «Recuerdo otros paros, pero para adecuar las instalaciones por la llegada de inversiones, nunca por problemas de producción», añadió el representante del sindicato mayoritario.

Según el acta de la comisión de seguimiento del expediente de regulación de empleo tras la que se conoció la noticia, Ford toma la decisión tras constatar que la recuperación de las ventas de los coches producidos por Ford España «se está viendo ralentizada» ante las medidas sanitarias que se extienden por todo el continente durante esta segunda ola.

Estos 25 días seguidos que la fábrica estará totalmente parada incluyen la habitual semana de vacaciones navideñas (la última de diciembre) y adelanta los días de ERTE que todavía quedaban pendientes en la fábrica para completar las casi cuatro semanas de producción cero. Así, los días de paro programados para el 12 y 18 de enero pasan al 17 y 18 de diciembre, mientras que los fijados el 19 y 25 de enero se trasladan al 7 y 8 de ese mismo mes.

Presagios cada vez más negros

Una situación que culmina un año negro en la factoría valenciana, que ha encadenado seis ERTE y un ERE que provocó el despido de 350 empleados, y que hace que «el año próximo no pinte nada bien», según Faubel. Cabe recordar que el actual ERTE se extendió hasta el 31 de enero hace escasas semanas, incrementando la inquietud entre la plantilla de Almussafes, que tenía el compromiso de la compañía de que los ajustes no afectarían a 2021.

Hasta el año 2018, la compañía estadounidense producía 1.840 vehículos al día en la planta valenciana. Desde entonces, en apenas año y medio, la redujo en 200 unidades diarias, 1.640. Una cifra que se ha visto reducida a la mitad durante estos meses de pandemia debido a los ERTE encadenados por el desplome de la demanda. Así, la fábrica dejará de producir 19.680 vehículos en estas cuatro semanas de cerrojazo.

«No ganamos para sobresaltos», resumía ayer Faubel, que prácticamente fía el destino de la planta a la llegada de una vacuna. «Hasta que llegue [la vacuna] no pinta bien. Los confinamientos están lastrando a todos los países de la UE y es normal que las ventas se retraigan». Los sindicatos siguen a la espera de que la dirección de Ford les presente una «proyección fiable» de sus planes de cara a 2021, un compromiso que arrancaron a la empresa, que se oponía por la dificultad que entraña ante la incertidumbre actual pero que aceptó trasladarlo durante el primer trimestre del año.