El precio medio de compra-venta de la vivienda usada ha descendido de 1.673 a 1.476 euros por metro cuadrado en la ciudad de València entre el primer y el tercer trimestre de 2020, pero ha aumentado en algunas zonas residenciales del resto de la Comunitat Valenciana como consecuencia del desplazamiento de la demanda, según la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (ASICVAL).

A su vez, la mensualidad media de los nuevos alquileres de viviendas ha frenado su subida en la ciudad a raíz de la entrada en el mercado de alquiler residencial de pisos anteriormente destinados a alquileres turísticos o de corta estancia.

Son las principales conclusiones del balance de la situación del mercado inmobiliario entre el primer y el tercer trimestre de 2020 elaborado por ASICVAL a partir de los datos suministrados por las alrededor de 800 agencias inmobiliarias de la Comunitat que gestionan sus operaciones a través del sistema Inmovilla, un CRM (software de gestión de relaciones con clientes) de amplia implantación en el sector, ha detallado la asociación en un comunicado.

El precio medio del metro cuadrado en las operaciones de compra-venta de vivienda usada ha experimentado un descenso del 11,8% entre el primer y el tercer trimestre de 2020 en la ciudad de València, al pasar de 1.673 a 1.476 euros/m2. Sin embargo, ha aumentado 109 euros por metro cuadrado en el resto de la Comunitat Valenciana en el mismo periodo, al pasar de 965 a 1.074 €/m2.

La presidenta de ASICVAL, Nora García Donet, ha atribuido la bajada en la ciudad y la subida global en el resto del territorio a "un desplazamiento de la demanda por parte de los compradores, que a raíz del confinamiento han aumentado su interés por otro tipo de viviendas".

La portavoz de la Asociación de Inmobiliarias ha especificado que dichos inmuebles "están situados, sobre todo, en urbanizaciones de primera residencia ubicadas en el interior o en la periferia de las capitales de provincia, con más espacio habitable o con servicios adicionales", pero, en cambio, "no se ha registrado un incremento en zonas costeras".

Alquileres en València

A su vez, la mensualidad media de los alquileres ha registrado un ligero descenso en la ciudad de València después de diversos trimestres consecutivos de subida. La tarifa de los nuevos alquileres de viviendas ha bajado un 2% en la capital de la Comunitat Valenciana durante la pandemia, al pasar de 741 en el primer trimestre de 2020 a 727 euros en el tercero.

García Donet ha atribuido el freno en las subidas registradas en los últimos trimestres a que, como consecuencia de las restricciones decretadas en la declaración de Estado de Alarma, "numerosos propietarios de pisos destinados hasta ahora al alquiler turístico y a periodos de corta estancia han empezado a incluir dichas viviendas en el mercado de alquiler residencial".

Según ha explicado, esto "ha supuesto, por fin, un aumento de la oferta que ha permitido congelar el aumento de precios que se venía registrando en los últimos trimestres". De hecho, el precio de los nuevos alquileres en la ciudad de València se sitúa ya en su nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2018.

La tarifa mensual ha registrado un aumento del 1,1% en el mismo periodo en el resto de la provincia de València, al pasar de 645 euros en el primer trimestre a 653 en el tercero, y del 3,4 en el resto de la Comunitat Valenciana, al pasar de 596 a 616 euros.

La subida experimentada en la provincia de València es inferior a la registrada en el mismo periodo de 2019, cuando los precios experimentaron un crecimiento del 7,3% al pasar de 616 euros en el primer trimestre a 662 en el tercero.

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García Donet ha explicado que, de acuerdo a lo constatado por las agencias inmobiliarias, los últimos dos trimestres evidencian un cambio en las tendencias del mercado. Al desplazamiento de la demanda en las operaciones de compra-venta, de zonas urbanas a residenciales, y a la frenada de la subida de precios del alquiler, se les ha unido un cambio en el comportamiento de las personas interesadas en comprar o alquilar viviendas de uso residencial.

"La entrada de numerosas viviendas en el mercado y el temor a nuevas restricciones, han hecho que, en general, el periodo transcurrido entre la puesta de una vivienda en el mercado y la firma del contrato se alargue notablemente y que los interesados realicen más visitas a los inmuebles", ha asegurado la presidenta de ASICVAL.