La cuantía de la pensión de jubilación depende de las bases de cotización obtenidas en los años anteriores al abandono del mercado laboral. Este año 2020 se tienen en cuenta las bases de cotización de los últimos 23 años, aunque en 2021 se considerarán los últimos 24 años y en 2022, los últimos 25 años.

Una vez sumadas las bases de cotización de los últimos 23 años, es decir, los últimos 276 meses, la cifra resultante ha de dividirse entre 322, que el resultado de multiplicar los últimos 23 años por 14 pagas, que son las que los pensionistas reciben a lo largo de un año.

Con esta operación se obtiene la base reguladora de la pensión, sobre la que se calculará la cuantía final de la pensión en función de una serie de porcentajes asociados a los años cotizados. Por ejemplo, con sólo 15 años cotizados (el mínimo para poder acceder a esta prestación), la pensión de jubilación equivaldría al 50% de la base reguladora. Para poder cobrar el 100% de la base reguladora en 2020 se necesitan al menos 36 años de cotización.

Límites: Cuantía de la pensión por jubilación

No obstante, existen límites a las cuantías mínimas y máximas en la pensión a percibir. En 2020 la pensión no puede superar los 2.683,34 euros mensuales. Por su parte, la cuantía mínima dependerá de las circunstancias personales de cada pensionista (si tiene cónyuge a cargo, si tiene cónyuge pero no a su cargo o si es unidad económica personal) y de la edad a la que accede (65 años y más o menos de 65 años). Estas circunstancias hacen variar la pensión mínima de jubilación desde los 604,4 euros mensuales hasta los 843,4 euros al mes.

La base de cotización, que determina la base reguladora de la pensión a percibir, es la remuneración mensual bruta que recibe el trabajador, incluyendo las pagas extraordinarias prorrateadas. Por tanto, cuanto mayor sea el salario bruto, mayor será la pensión de jubilación.