El Banco de España estima que entre el 6% y el 10% de las empresas españolas devendrán en inviables y quedarán abocadas a su disolución, dependiendo de si los daños de la covid se resuelven con rapidez tras la pandemia o si, por el contrario, persisten por un periodo largo de tiempo. En cualquier supuesto, las expectativas empeoran en el caso de las pymes, más vulnerables y, sobre todo, en los sectores más afectados por las medidas restrictivas contra la pandemia, como transporte, hostelería, restauración y ocio.

Esta son algunas de las conclusiones del estudio sobre «El impacto de la crisis del covid-19 sobre la situación financiera de las empresas no financieras en 2020: Evidencia basada en la central de balances» que el Banco de España difundió ayer.

«Las políticas económicas han contribuido, hasta ahora, a mitigar los riesgos de liquidez para las empresas, sostiene el organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos. En cambio, el Banco de España echa en falta «instrumentos de apoyo a la solvencia empresarial de las empresas de menor dimensión», así como una reforma de los mecanismos de insolvencias judiciales y extrajudiciales con el fin de dar agilidad y eficiencia a los procesos de reestructuración de deudas de las empresas con problemas de solvencia, pero viables. Las simulaciones del Banco de España se han formulado a partir de los datos de la estadística de la central de balances de 2019 (sobre una muestra de 382.000 empresas) y de los tres informes trimestrales correspondientes a 2020, fuertemente impactados por la covid-19 (sobre una muestra menor, de 895 empresas).

El informe constata el deterioro de la posición financiera de las empresas, con aumentos del endeudamiento y de la carga financiera, durante los tres primeros trimestres del 2020. La caída de la actividad de las empresas por la crisis de la covid ha hecho que se eleve desde el 14% al 40% la proporción de empresas cuyos ingresos son insuficientes para pagar los intereses de sus deudas.