La tímida recuperación de algunos sectores de la economía también queda reflejada en la recaudación de la Agencia Tributaria en esta parte final del año 2020 en la Comunitat Valenciana, aunque no así en el conjunto de España. Según el último informe del organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, los ingresos totales del fisco ascendieron a 2.548 millones de euros en octubre, lo que supone un 1,7% más que en idéntico período de 2019 y representa el tercer mes consecutivo de mejora de la caja de los impuestos en esta autonomía.
El tirón de la recaudación fiscal de octubre se explica en parte por el repunte del consumo y queda reflejado en la mejora del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), el más importante en las cuentas de la Agencia Tributaria junto con el IRPF, debido al repunte de las compraventas de bienes y servicios. Así las cosas, este tributo creció un 11% en la autonomía mientras en el resto de España disminuyó un 1,8 %. Esta nueva remontada de la caja de Hacienda en la C. Valenciana de octubre contrasta con la debacle en el resto de España (-12,4 %), mientras que los ingresos acumulados hasta el décimo mes del año disminuyeron un 10,1%, un descenso algo superior al que había un mes antes. Otra mejora a la vuelta del verano, cuando se recuperó parte de la actividad de los negocios vinculados con la restauración y el turismo después de la dura etapa de confinamiento en el sector servicios, es la registrada en los impuestos especiales, que gravan hidrocarburos, bebidas alcohólicas y tabacos.
Con todo, en lo que va de año, la Agencia Tributaria ha conseguido 11.836 millones de los impuestos directos e indirectos de los valencianos, es decir un 3,7 % menos que entre enero y octubre de 2019. En España esa merma es tres veces mayor. El descenso de octubre se explica sobre todo por la menor recaudación del impuesto de sociedades (que afecta a los beneficios de las empresas) que se desploma un 32% en España, frente al -5,4 % de la Comunitat Valenciana.
Octubre es el más importante en el año para Hacienda porque acumula, además de los ingresos mensuales habituales, los procedentes de las declaraciones trimestrales de pymes (las últimas que se contabilizarán en 2020) y los del segundo pago fraccionado del de sociedades. «Los ingresos vinculados a la evolución económica más reciente (retenciones del trabajo de grandes empresas, IVA bruto mensual y los impuestos especiales sobre hidrocarburos y electricidad) siguen recuperándose», asegura Hacienda.
