La dirección de Ford Almussafes planteó ayer a los sindicatos de la factoría trabajar durante una serie de sábados para hacer frente a un pico de demanda de motores desde EE UU y para poder compensar los días de paralización de la producción a los que obligarán las modificaciones que requieren sus líneas de fabricación para adaptarse al nuevo motor GDI, adjudicado a la planta valenciana y que comenzará a fabricarse el próximo mayo.

Estas adecuaciones prevén la paralización de la sección de motores entre el 25 de marzo y el 1 de abril, por lo que la compañía del óvalo propuso ayer habilitar los turnos de mañana de los ocho sábados anteriores y los dos posteriores a ese paréntesis y compensar así los días de paralización de la producción que han afectado a Almussafes.

El presidente del Comité de Empresa, Carlos Faubel, apostó por buscar un acuerdo con la dirección ya que «no podemos renunciar a la producción que debía realizarse durante los días de paro necesarios para materializar las inversiones que ha traído la adjudicación de este nuevo modelo». Por eso, y ante la reticencia con la que algunos sindicatos presentes en la factoría recibieron la oferta, se han dado un plazo de 48 horas para estudiar la propuesta y plantear una serie de exigencias a cambio a la dirección, que Faubel no quiso desvelar.

En cualquier caso, el representante de los trabajadores incidió en que la detección de un repunte de la demanda en EE UU para 2021 es una «buena noticia» para la planta, que, «salvo sorpresas de última hora», «recuperará la estabilidad de la producción durante los próximos dos años». «Empezamos a ver la luz al final del túnel», aseguró Faubel.