«La caída de la actividad económica hasta septiembre ha sidomenos acusada[en la Comunitat Valenciana] que el conjunto nacional» y «las medidas adoptadas para contener la segunda ola de la pandemiano se han encontrado entre las más severas, de modo que el comportamiento en el cuarto trimestre será también algo mejor». Este es el diagnóstico y la previsión que la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) hace del devenir de la economía valenciana en este 2020 azotado por la pandemia del coronavirus.

El informe hecho público ayer en el que hace un análisis de todas las autonomías en este año y el próximo contiene datos ilustrativos de lo anteriormente aseverado. Así, el PIB valenciano caerá un 10,7 % en 2020, por debajo de la media estatal (12 %), mientras que la tasa de paro se quedará en el 16,6 %, y crecerá hasta el 16,7 % en 2021. En este último ejercicio, el Producto Interior Bruto de la autonomía experimentará un rebote considerable, al subir un 6,2 %, aunque el porcentaje estará cinco décimas por debajo de la media española.

En 2020, la Comunitat Valenciana caerá menos que Baleares (22 %), Canarias (17,9 %), Madrid (13,6 %), Cataluña (13,5 %), Andalucía (11,3 %) y Galicia (11,1 %)

El estudio apunta que en la Comunitat Valenciana las exportaciones, el sector servicios y la construcción han tenido una evolución «más favorable que la media nacional», lo que «unido a la recuperación de la industria tras el castigo inicial, ha permitido a la economía valenciana sufrir una caída más moderada de la actividad hasta septiembre».

El automóvil lastrala recuperación del metal valenciano

El presidente de Femeval, Vicente Lafuente, aprovechó la entrega de premios de la organización, que por la pandemia se hizo extensible a todo el sector, para analizar la situación del metal valenciano. Su facturación cayó el 18,4 % en el tercer trimestre y las exportaciones un 20,5 %. Según Lafuente, en ambos casos ha tenido un peso especial la crisis del automóvil y los efectos del Brexit. En cuanto a empleo, el metal registra hasta el momento 6.634 trabajadores menos que en 2019 y la confianza del sector sobre su recuperación se mantienen pesimistas.