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El turismo prevé recuperarse en verano tras perder casi 11.000 millones en 2020

Reclama ayudas directas para «sobrevivir a la larga travesía por el desierto» de los próximos seis meses

Un turista fotografía una plaza de la Virgen de València desierta por la pandemia, el pasado mes de julio. | LEVANTE-EMV

La crisis del coronavirus ha hecho descarrilar al sector turístico valenciano, una de las locomotoras de la economía autonómica que ha perdido casi dos tercios de su volumen de negocio en el presente año después de generar un 15,5 % del PIB de la Comunitat y casi uno de cada seis puestos de trabajo en 2019. Las cifras las aportó ayer el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, tras una reunión con el president Ximo Puig y con responsables de Turismo de la Generalitat tras la que aprovechó para exigir un «plan de ayudas directas» coordinado entre administraciones que aseguren el futuro de las muchas empresas del sector que eran viables hasta la irrupción del virus y que, según defendió, todavía tienen ante sí una «larga travesía por el desierto» de más de seis meses hasta recuperar los niveles previos a la crisis.

Zoreda definió la situación actual del sector como «dramática» y muy alejada del «crecimiento continuado» que venía registrando durante los últimos cinco años, en los que creció a una tasa media anual del 7,5 %. Pese a que el ejercicio todavía no ha concluido, Exceltur cifra el desplome del turismo en la Comunitat Valenciana en 2020 en 10.968 millones de euros menos que el año anterior, un retroceso del 61,3 %. En España la caída llegará a los 110.000 millones de euros, un 70 % menos que en 2019. La Generalitat destacaba ayer la «resiliencia» de las empresas turísticas de la Comunitat, que pese a estar muy afectadas han podido capear mejor el temporal que las de otras autonomías.

Según las previsiones de Exceltur, los «primeros brotes verdes» para el turismo comenzarán a apreciarse «no antes del verano» de 2021. Demasiado tiempo, según defendió Zoreda, para que puedan sobrevivir muchas empresas que «eran viables antes de la pandemia y lo serán después» si consiguen superar la crisis. «Nos queda todavía una larga travesía por el desierto de al menos seis meses más», remató.

Por eso, el vicepresidente de Exceltur insistió en que las ayudas directas son «imprescindibles» para un sector que «es mucho más que bares y restaurantes». De hecho, según sus cálculos, por cada 100 empleos directos que genera el turismo, se crean otros 17 puestos de trabajo indirectos, lo que demuestra la «capacidad tractora» de estas compañías.

Marco europeo de movilidad

Unas ayudas directas que no están contempladas en el plan de choque del Gobierno central, que Zoreda calificó de «desilusionante», «ineficiente» y «poco realista». «Somos el sector más castigado y a la vez el sector que permitió a España una mayor resiliencia en la crisis anterior. Ahora necesitamos ayuda», dijo antes de agradecer la «comprensión» y la «voluntad de ayudar» de Puig y del secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer.

Mientras tanto, el president recogió el guante y secundó la «necesidad» de ese plan de ayudas para «dotar de fuerza» a las empresas que «eran y serán viables» para afrontar «estos meses que van a ser muy difíciles». En ese sentido, Puig abogó por «buscar fórmulas» que permitan recuperar la movilidad de forma coordinada en toda la Unión Europea conforme avance el proceso de vacunación y que vayan más allá de los corredores seguros que se siguen «explorando».

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