La integración de Liberbank y Unicaja Banco, que entrará en vigor entre finales del segundo trimestre y comienzos del tercero del año 2021, estará totalmente culminada en 2023, según la previsión avanzada en la mañana de ayer en una comparecencia telemática por el consejero delegado de Liberbank y futuro primer ejecutivo de Unicaja Banco, Manuel Menéndez.

El banco fusionado no está evaluando en este momento otras posibilidades, pero tanto Menéndez como el presidente ejecutivo de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, no descartaron que en el futuro el nuevo Unicaja Banco pueda incorporar a otras entidades bancarias si surgen posibilidades que sean buenas para el proyecto y rentable para los accionistas.

La voluntad es garantizar la continuidad del grupo como quinto operador español por tamaño y como uno de los más saneados, con mayor liquidez y menor mora del sector. Asimismo, la pretensión es lograr una mejora de la rentabilidad y del dividendo con la voluntad de destinar el 50 % del beneficio a remunerar al accionista.

Los dos ejecutivos se comprometieron a preservar el arraigo territorial del futuro Unicaja Banco en las regiones de origen y mantener el servicio en las áreas rurales mediantes agentes financieros u otras fórmula, y el malagueño Manuel Azuaga enfatizó que, aunque la sede social y el principal centro operativo del banco estará en Málaga, la entidad conservará servicios centrales en otras localizaciones, como ya ocurre actualmente en el caso de Liberbank, con centros operacionales en Madrid, Oviedo y Toledo, amén de unas pequeñas unidades en Santander y Cáceres.

Impacto en la plantilla

Menéndez confirmó que ambos bancos tienen una estimación de ajuste de personal que será necesario acometer pero no la desveló a la espera de establecer conversaciones con los sindicatos. Tanto el ejecutivo asturiano como Manuel Azuaga ratificaron el compromiso de negociación y búsqueda de acuerdos con la representación laboral.

Manuel Azuaga enfatizó que la divergencia de criterios sobre la figura del consejero delegado, que demoró el pacto de fusión e hizo temer por su posible fracaso, no ha sido pospuesta a 2023 porque en ese caso, dijo, «no estaríamos hoy anunciado esta fusión». Sobre cómo se resolverá la «reevaluación del consejero delegado» prevista para esa fecha, Azuaga se remitió al texto literal del proyecto común de fusión que fue aprobado el martes por los consejos de administración de ambos bancos y comunicado al mercado.