A cabamos de empezar el 2021 y bien podríamos bautizarlo como «el año de la esperanza» (esperanza: Estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea). Esperanza en la vacuna y la rápida vacunación para defendernos de la pandemia, esperanza en la recuperación económica con una importantísima ayuda de la Unión Europea y esperanza en que podamos volver a reunirnos con nuestros seres queridos y abrazarnos sin miedo.
La esperanza es una expectativa imprescindible para los seres humanos que debe convertirse, a través de las acciones, en una realidad tangible. En el segundo semestre de este año empezaremos a recibir ayudas del Plan Europeo de Recuperación (Next Generation UE) con unas cifras históricas y acordes con la debacle que ha supuesto la pandemia en La Unión Europea y en el resto del mundo. Por lo tanto el dinero va a estar. La pregunta es: ¿seremos capaces de gestionarlo adecuadamente? Créanme que la pregunta no es retórica.
Durante el pasado mes de octubre tuve la oportunidad de asistir al ‘webinar’ Los puertos ante su nuevo futuro, organizado por un periódico especializado del sector en el que los presidentes de los cuatro puertos más importantes de España (València, Algeciras, Barcelona y Bilbao) compartieron con los asistentes su visión de futuro en materia portuaria. Me llamó mucho la atención una petición del presidente del Puerto de València, Aurelio Martínez, para que se agilizasen los trámites administrativos con el fin de acelerar las inversiones cuyas anualidades pasan de un año a otro sin ejecutarse porque el proceso administrativo se estanca (el dinero está).
Hace pocas fechas el Ayuntamiento de València informó de que se cerró el año 2020 con 3.266 licencias de obra en el municipio pendientes de aprobación (aquí también está el dinero) y hace escasos días, el presidente de la patronal CEV, Salvador Navarro, declaraba en una cadena de radio: «Hay que eliminar las trabas burocráticas». En el plan de reactivación 2021-27 que presentó el Presidente de la Generalitat, Ximo Puig, hay un capítulo V titulado Gobernanza regional y administración eficiente, es decir somos conscientes de que debemos hacer más eficiente la administración. ¿Entienden ahora por qué la pregunta que formulo no es retórica?
En el mundo empresarial vamos a estar muy atentos a la eficacia y eficiencia en la gestión de todos estos fondos. Es una oportunidad única. Nosotros, los empresarios, llevamos meses sacrificándonos en aras del bien común y si los diferentes niveles de gobierno no aprovechan hasta el límite esta ocasión para la recuperación económica lo denunciaremos ante la sociedad y pediremos responsabilidades.
