El nuevo clima de diálogo generado en la Conselleria de Agricultura de Mireia Mollà (Compromís), tras el reciente nombramiento de Roger Llanes como secretario autonómico en sustitución del también socialista Francisco Rodríguez Mulero, propiciará el desbloqueo de temas clave para el desarrollo de la agricultura. Así se pondrá de manifiesto en el encuentro que hoy tienen previsto mantener representantes del ámbito agrario (conselleria, organizaciones agrarias, cooperativas y comité de gestión de cítricos, entre otras entidades) para impulsar los programas contemplados en los presupuestos de la administración autonómica, que crecen un 12,5% respecto a 2020.

Este evento servirá para trazar una hoja de ruta y entre otras cuestiones se planteará la posible creación de mesas de trabajo para ir desarrollando temas como la mejora de estructuras o los planes para la reconversión citrícola. Las cuentas de la conselleria para 2021 contemplan un aumento del 17 % de la partida destinada a seguros agrarios mientras que para sanidad vegetal crecen un 27% al pasar de 21,8 a 27,8 millones. Por otro lado, se pretende impulsar el plan de desarrollo de infraestructuras y regadío, así como conseguir más personal para las oficinas comarcales con vistas a dar más servicios de proximidad.

El sector ya saludó la llegada de Llanes como una oportunidad para abrir una nueva etapa más constructiva y que redunde en beneficio de los intereses del campo. De este modo, tal como reconocen organizaciones agrarias como AVA-Asaja y la Unió de Llauradors, la consellera ha mostrado la mejor predisposición y ahora existe un clima de entendimiento que ha permitido establecer una buena base de trabajo.

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, calificó el año agrario 2020 de «extraordinariamente difícil» y cifró en 570 millones las pérdidas sufridas por los agricultores valencianos. La persistente falta de rentabilidad se recrudeció en la mayoría de los cultivos y cabañas ganaderas a causa de las devastadoras repercusiones de la covid-19, tanto por las dificultades añadidas en la comercialización como por el aumento de los gastos debido a las medidas preventivas.