Las exportaciones de la Comunitat Valenciana experimentaron el pasado noviembre un incremento del 3,3 % respecto al mismo mes del año anterior y superaron los 2.800 millones de euros. Todo lo contrario de lo sucedido en el conjunto de España, donde las ventas al exterior se contrajeron en un 1,3 %, según los datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Economía. La buena evolución valenciana se produjo a pesar de la mala marcha del sector del automóvil, la principal actividad exportadora de la autonomía tras la agroalimentación. Lastrada por los problemas en Ford Almussafes, esta partida se redujo en un 9,9 %. Alimentación, por contra, subió un 6,9 % y los productos cerámicos, un 31 %.
Pese a estos datos, lo cierto es que el comercio exterior de la autonomía se sitúa en negativo en el acumulado de los once primeros meses de 2020, en los que las ventas tuvieron una disminución del 9,2 %, hasta los 26.070 millones. Estuvieron lastradas sobre todo por el descenso del 11,5 % de la provincia de Valencia. El factor que ha contribuido de forma sustancial a la mencionada bajada es de nuevo el sector del automóvil, cuyas exportaciones cayeron un 23,5 % mientras que las del sector alimentario crecieron un 10,1 %.
El 9,2 % autonómico es 1,7 puntos inferior al 10,9 % del conjunto de España. Como las importaciones valencianas bajaron un 13,8 %, el saldo comercial creció en el citado período un 41,8 % y se situó en 3.350 millones, con una tasa de cobertura del 114,7 %, que contrasta con el 95,1 % de la media nacional. Por destinos, destaca el descenso del 24,9 % en las ventas al Reino Unido, el tercer mayor mercado para las exportaciones valencianas.
