2021 está llamado a ser el año de la esperanza. Esperanza en que el proceso de vacunación iniciado en todo el mundo sea el principio del fin de la terrible pandemia que nos asola desde hace ya un año. Y esperanza también, por supuesto, de recuperar nuestra vida, nuestras costumbres y nuestra movilidad.

A pesar de los avances, el coronavirus sigue alterando la vida pública en todo el mundo, y especialmente en el sector del transporte, debido a las restricciones a la movilidad. La situación irá mejorando no solo en la medida que las vacunaciones avancen, si no también por el ímprobo esfuerzo de las empresas a la hora de ofrecer espacios seguros y con nuevos protocolos higiénicos y sanitarios.

Esta situación ha obligado a todos operadores de transporte a revisar sus estrategias a corto y medio plazo ante los constantes cambios en las pautas de movilidad. En Renfe ya hemos actualizado nuestro Plan Estratégico, y puesto en marcha medidas para garantizar la viabilidad de las operaciones y la sostenibilidad financiera de la compañía. En juego está la movilidad de gran parte de la sociedad española y de los viajeros de otros países que, poco a poco, irán recuperando sus hábitos de viaje.

Con el objetivo de paliar las severas condiciones establecidas, durante este periodo hemos logrado la certificación con AENOR de los protocolos de viaje, desde el check-in hasta el desembarque, incluidas todas las actividades de limpieza, desinfección e información a bordo de nuestros trenes Ave y Larga Distancia y Cercanías. En la misma línea, recientemente Renfe ha obtenido el sello SGS "Disinfection Monitored" para toda su flota de trenes Ave, Larga Distancia y Avant, que certifica la eficacia en los resultados de los protocolos de limpieza y desinfección.

Es nuestro principal objetivo en estos duros meses garantizar que los viajeros que optan por viajar en tren, lo hagan en las máximas condiciones de confort y seguridad.

En el tránsito hacia el final en esta terrible situación de pandemia, el ferrocarril está haciendo lo que mejor sabe hacer: facilitar la movilidad de viajeros y mercancías de forma rápida, sostenible y comprometida. Durante los peores días de la enfermedad en España, el mundo del ferrocarril ha mostrado su mejor cara, permitiendo, por ejemplo, que los profesionales sanitarios hayan viajado gratis a bordo de los trenes Ave y Larga Distancia. También hemos trabajado con distintas organizaciones públicas y privadas para transportar material sanitario esencial de forma urgente en alta velocidad, con el objetivo de salvar vidas, o hemos medicalizado trenes para el transporte de enfermos que, afortunadamente, no han sido necesarios utilizar.

Y nuestro compromiso con nuestros clientes ha sido total. Durante todos los meses de pandemia, Renfe ha puesto en marcha medidas extraordinarias facilitando la devolución o cambio de billete, de forma gratuita, a todos los viajeros de AVE, Larga Distancia, Avant o Media Distancia. Desde la entrada en vigor del estado de alarma, el pasado 14 de marzo, Renfe ha devuelto casi 60 millones de euros en billetes reintegrados a los viajeros.

En todo caso, por sus características específicas y las condiciones que aporta a sus usuarios, pensamos que el ferrocarril saldrá reforzado de esta situación. Ahora, cuando empezamos a ver la luz al final del túnel, vamos a seguir acompañando a nuestros clientes y usuarios para garantizar sus necesidades de movilidad, incrementando gradualmente las frecuencias en los distintos servicios en función de las necesidades de la demanda.

Los retos, como la liberalización del transporte de viajeros y la disrupción tecnológica, siguen ahí y es necesario continuar trabajando para lograr una plena adaptación. El tren ha sido, es y será una de las mejores formas de viajar rápida, segura y cómodamente. Y hacerlo con Renfe seguirá siendo señal de garantía.