El ex consejero delegado del Banco de Valencia Domingo Parra reconoció ayer en la Audiencia Nacional que las pólizas y préstamos que la entidad concedió al grupo Libertas 7 no siguieron el «circuito habitual», y ratificó el acuerdo por el que acepta 1 año y 7 meses de cárcel por este caso. En la primera jornada del juicio también intervino, aunque como testigo, uno de los administradores provisionales que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) nombró tras la intervención del banco, quien dijo que la solvencia de Libertas 7 «era muy inferior» a la que todos creían.

La Fiscalía Anticorrupción también acusa a la consejera delegada de Libertas 7, Agnès Noguera -entonces con presencia en el Banco de Valencia-, para quien solicita tres años de prisión por el mismo delito de administración desleal.

Según el Ministerio Público, Parra -consejero además de Libertas 7- y Noguera dieron de forma continuada un «trato preferente, de valor», y dispusieron de fondos del banco por un importe de 65 millones de euros mediante la «refinanciación continuada» de seis pólizas y préstamos, desde finales de 2006 a 2012.

Esta falta de rigor se hizo más evidente cuando los préstamos resultaron fallidos; lejos de intervenir, Banco de Valencia concedió «injustificadamente nuevos plazos y carencias, evitando así que pasaran a mora».

Los fondos dispuestos y no devueltos superaron los 61 millones de euros; para su resarcimiento, los nuevos administradores del FROB y Noguera acordaron una dación en pago con los activos de Libertas 7, aunque no fue suficiente y la entidad sufrió un perjuicio de 13,5 millones.

En su breve interrogatorio, Parra admitió que los préstamos y pólizas concedidos al grupo se tramitaron de forma distinta y desviada a lo que establecía el manual de riesgos del banco.

«Despachaba directamente con doña Agnès (Noguera) y la decisión la tomaba yo», indicó a preguntas de la Fiscalía. El que fuera consejero delegado de Banco de Valencia ya ha ingresado 100.000 euros al FROB, con el propósito «de reparar el daño en la medida de lo posible».

Acto seguido compareció el administrador provisional del fondo Fernando Viladomat quien relató cómo fueron las negociaciones con Libertas 7 una vez que la entidad ya había sido intervenida. «Veo es que (Libertas) es un riesgo muy importante para el banco, demasiado elevado para su tamaño y con el agravante de que estaba sin ninguna garantía. Esto sí que me sorprendió», señaló.

Viladomat fue crítico con la relación entre el grupo y la entidad pues «había un cruce de participaciones elevadas»; esta situación «generaba miedo» ya que «había existido durante mucho tiempo y en caso de concurso de Libertas, (Banco de Valencia) tenía un riesgo evidente». Sobre ello, aseguró, se interesó a su llegada.